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jueves, 15 de enero de 2015

El árbol de las palabras - Max Vandenburg

Ficha

Fruto de la pluma de: Markus Zusak
Vive en la páginas de: La ladrona de libros
Nombre y Apellido: Max Vandenburg

Edad: 24 años
Profesión: Escritor
Obras: El vigilante, Bocetos, El árbol de las palabras.





El árbol de las palabras
(Una pequeña recopilación de ideas para Liesel Meminger)

«Liesel, esta historia es sólo un esbozo. Imaginé que tal vez
serías demasiado mayor para esta clase de cuentos, pero quizá
ninguno lo seamos. Pensé en ti, en tus libros y en tus palabras,
y esta extraña historia me vino a la mente. Espero que te guste,
aunque sólo sea un poco.»








FIN


Max Vandenburg

Haz Click en la imagen para que se agrande.

 

viernes, 9 de enero de 2015

Bocetos - Max Vandenburg

Ficha

Fruto de la pluma de: Markus Zusak
Vive en la páginas de: La ladrona de libros
Nombre y Apellido: Max Vandenburg

Edad: 24 años
Profesión: Escritor
Obras: El vigilante, Bocetos, El árbol de las palabras.








Bocetos







Max Vandenburg

domingo, 24 de agosto de 2014

Citas: La ladrona de libros - Markus Zusak

 "A veces llego demaciado pronto,
me adelanto.
Y hay gente que se aferra a la vida
más de lo esperado".
 
"Un ojo abierto.
El otro soñando".

"¿Hay algo peor que un chico que te odie?
Un chico que te quiera".

"—Cien metros —la retó—. me juego lo que quieras a que no me ganas.
Liesel no iba a ser menos.
—Me juego lo que quieras a que sí.
—¿Qué te juegas, pequeña Saumensh? ¿Tienes dinero?
—Claro que no, ¿y tú?
—No. —pero Rudy tenía una idea. Fue el galán el que habló por él—. Si gano, te doy un beso...
—¿y por qué quieres besarme? Voy sucia.
—Yo también".

"De vuelta a Himmelstrasse Rudy le advirtió:
—Algún día te morirás por besarme —le dijo".
 
"—¿Tienes hambre? —preguntó Rudy.
—Estoy hambrienta —contesto Liesel.
De un libro".

"Liesel no pudo responder enseguida. Tal vez fue la súbita sacudida amorosa que sintió por él. ¿O había sido así siempre? Era probable, privada del habla, deseó que la besara, que la agarrara de la mano y la atrajera hacia él. No importaba dónde. En la boca, en el cuello, en la mejilla. Tenía toda la piel libre para él, a la espera".

"He odiado las palabras y las he amado, y espero haber estado a su altura".

"Se estaba despidiendo y ni si quiera lo sabía".





Markus Zusak