viernes, 3 de julio de 2020

Citas: La bibliotecaria - Ileana Fernández


"En su interior Carmen también sentía un ligero orgullo porque era la única persona a la que la policía había llamado a declarar, por lo que iba a toda prisa a buscar a Aurelio, el portero de la biblioteca y a quien consideraba su mejor amigo para comentarle los detalles de su entrevista con el comisario, pero para su sorpresa, Aurelio no se mostró entusiasmado con lo que Carmen le estaba contando, más bien, parecía contrariado y usaba un tono que la bibliotecaria jamás había escuchado en boca de Aurelio, quien siempre medía y seleccionaba sus palabras, en aras de no lastimar a sus semejantes.
—¡Fue una imprudencia tuya involucrarte en la investigación de un hecho tan espantoso! Además, ¿Cómo quieres que muestre entusiasmo si se trata de dos vecinos a los que conocemos hace muchísimos años? ¡Esto es una tragedia, una horrorosa tragedia!  decía con un tono histérico que a Carmen le parecía exagerado. Luego le advirtió con un inusual tono rotundo".

"¡Era el novio de Lourdes! Esta vez, para no variar, blandía un pequeño estuche en la mano:
—¡Dime que no es cierto! ¡Dime que ella está viva!
Gritaba con la voz agrietada por el llanto. Se recostó a la pared y, con su cabeza entre las musculosas manos, comenzó a llorar.
Era evidente que estaba haciendo todo lo posible por autocontrolarse. Se puso de pie y se acercó a la mesa preguntando:
—¿Cómo pudo ser? ¡Cómo pudo ser? Yo que venía hoy a proponerle matrimonio —sollozaba mientras abría un pequeño estuche que contenía un caro anillo de compromiso.
—¡Todo por no tener un maldito celular! ¡Ustedes están locos todos!
Estaba fuera de sí. Tanto que le gritó a Aurelio:
—Y tú, ¿qué hiciste? ¿Acaso no eres el maldito custodio? ¡Imbécil!".

"Para romper el mutismo le preguntó:
—Tendrá un cigarrillo que me regale? Estoy muy estresada, ha sido el día más largo de mi vida y necesito fumar.
—Disculpe, pero yo no fumo. Y usted debería dejar de hacerlo por su salud. Tengo entendido que en este pueblo nadie fuma.
Carmen hizo un gesto de resignación y una cuadra más adelante se separaron".

"—¡Llévame contigo, Lourdes de mi alma! Toda una vida tratando de encontrarte, pero ya eso terminó. Ahora sabré dónde estás durante el resto de mi vida".






Ileana Fernández

No hay comentarios.:

Publicar un comentario