viernes, 9 de septiembre de 2022

Citas: Carta a un rehén - Antoine de Saint-Exupéry

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"En mi país, las ciudades eran, por la  noche, de color de ceniza".


"Y entonces encontraba a Lisboa más triste bajo su sonrisa que a mis ciudades apagadas".

"Yo he conocido —quizás también ustedes— esas familias un tanto raras que conservan en la mesa el lugar de algún difunto. Negaban lo irreparable. Pero ese desafío no me parecía consolador. De los muertos se debe hacer muertos. Entonces ellos encuentran otra forma de presencia en su papel de muertos. Pero las familias aquellas suspendían su regreso, y los convertían en ausentes eternos, en retrasados invitados a la eternidad".

"Por Guillaumet, el último amigo aviador que perdí y que se hizo abatir en servicio postal aéreo. —¡Dios mio!—, acepté llevar duelo. Guillaumet ya no cambiará. Nunca volverá a estar presente, pero tampoco estará nunca ausente. Sacrifique su cubierto en mi mesa —trampa inútil— e hice de él un verdadero amigo muerto".

"Todo era aún cálido, todo era fresco, todo vivo, como lo son al comienzo los recuerdos de amor".

"¿Cómo reconstruirse?, ¿cómo reconstituir la pesada madeja de los recuerdos?
Como el limbo, el buque fantasma estaba cargado de almas por nacer. Sólo parecían reales, tan reales que se hubiese querido tocarlos con los dedos, aquellos que, integrados en el navío y ennoblecidos por funciones verdaderas, llevaban los platos, bruñían los cobres, enceraban los pisos y, con un vago desprecio, servían a los muertos".

"Qué maravilla el telegrama que nos trastorna, que nos hace levantar en medio de la noche, nos lleva a la estación: «¡Ven! ¡Te necesito!». En seguida descubrimos amigos que nos ayudan. Lentamente formamos parte de los que merecen que se los ayude. Es cierto que nadie odiaba a mis aparecidos, nadie tenía celos de ellos, nadie los molestaba. Pero nadie los amaba con el único amor que cuenta. Me decía: cuando lleguen los apresarán en cócteles de bienvenida, en cenas de consuelo. Pero ¿quién sacudirá su puerta exigiendo ser recibido? —¡Abre! ¡Soy yo!—. Es necesario amamantar por largo tiempo a un niño antes de que exija. Es necesario cultivar por largo tiempo a un amigo antes de que reclame lo que en amistad se le debe. Es necesario haberse arruinado durante generaciones para reparar los viejos castillos que se derrumban, para aprender a amarlos".

"YO, pues, me decía: «Lo esencial es que en alguna parte permanezca aquello de lo cual se ha vivido. Y las costumbres. Y la fiesta de la familia. Y la casa de los recuerdos. Lo esencial es vivir para el regreso…»".

"Corría el riesgo de conocer un verdadero desierto, y comenzaba a comprender un misterio que me había intrigado por mucho tiempo".

"Todo se orienta. Ni siquiera un silencio se parece a otro silencio.
Hay un silencio de paz cuando las tribus están reconciliadas, cuando la noche recoge su frescor; es como si hiciéramos alto, con las velas recogidas, en un puerto tranquilo. Hay un silencio de mediodía cuando el sol suspende los pensamientos y los movimientos. Hay un silencio falso cuando el viento del norte ha cedido y la aparición de insectos arrancados como polen a los oasis del interior anuncia la
tempestad del Este, que trae arena. Hay un silencio de confabulación cuando se sabe, de una tribu lejana, que está fermentando. Hay un silencio de misterio cuando se anudan los indescifrables conciliábulos entre árabes. Hay un silencio tenso cuando el mensajero tarda en volver. Un silencio agudo cuando se retiene la respiración, por la noche, para escuchar. Un silencio melancólico si se recuerda a quien se ama".

"Quien esta noche me obsesiona la memoria tiene cincuenta años. Está enfermo. Y es judío. ¿Cómo sobrevivirá al terror alemán? Para imaginarme que todavía respira tengo que creer que, refugiado en secreto por la hermosa muralla de silencio de los campesinos de su aldea, el invasor lo ha ignorado. Solamente entonces creo que todavía vive. Solamente entonces deambular a lo lejos en el imperio de su amistad — que no tiene fronteras— me permite no sentirme emigrante, sino viajero. Pues el desierto no está allí donde uno cree".

"Uno de los dos marineros era holandés; el otro alemán. Éste había huido del nazismo. Allá estaba perseguido por comunista o por trotskista o por católico o por judío. (Ya no recuerdo la etiqueta por cuyo nombre había sido proscrito el hombre). Pero en aquel momento era algo totalmente distinto que una etiqueta. Lo que contaba era el contenido. La pasta humana. Era un amigo, simplemente".

"Las palabras, insuficientes, dejarán escapar mi verdad".

"Lo esencial, lo más frecuente, no tiene peso. Aquí lo esencial sólo fue, aparentemente, una sonrisa. Una sonrisa es a menudo lo esencial. Una sonrisa paga. Una sonrisa recompensa. Una sonrisa anima. Y la cualidad de una sonrisa puede hacer morir. Sin embargo, puesto que esa cualidad nos liberaba tan plenamente de la angustia de los tiempos presentes y nos otorgaba la certeza, la esperanza, la paz,
tengo necesidad de contar hoy, para expresarme mejor, la historia de otra sonrisa". 

"El agua no tiene el poder para encantar si no es antes regalo de la buena voluntad de los hombres".

"Los problemas son incoherentes, las soluciones contradictorias".

"Te siento, a ti que eres tan francés, en doble peligro de muerte, como francés y como judío".








Antoine de Saint-Exupéry

2 comentarios:

  1. Hola Carla. Gracias por dejarme descubrir este libro, que parece hablarme como si me conociera desde hace mucho tiempo. Lo buscaré en una copia de segunda mano, ajada, de ser posible, que leeré en lugares sin ruido

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    1. Hola Martín, gracias a vos por interesarte por él, espero que sea de tu agrado tal como lo disfrute al leerlo.

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