martes, 15 de noviembre de 2022

Citas: Aforismos, visiones y sueños - Franz Kafka

x

 "Todos los errores humanos provienen de la impaciencia, de una ruptura precipitada del método, de la aparente aprehensión de una cuestión aparente".


"Si se llega a un punto determinado, ya no hay regreso posible. Hay que alcanzar ese punto".

"El instante decisivo del desarrollo humano es continuo. Por ello los movimientos revolucionarios que declaran la nulidad de todo lo acaecido con anterioridad tienen razón, pues todavía no ha ocurrido nada".

"El primer signo del conocimiento incipiente es el deseo de morir. Esta vida parece insoportable, cualquier otra, inalcanzable. Ya no se siente vergüenza de querer morir; se solicita que nos lleven desde la antigua y odiada celda a una nueva que, a partir de ese momento, aprenderemos a odiar. Un resto de fe contribuirá a ello.
Durante el transporte pasará casualmente el Señor por el corredor, verá al prisionero y dirá: «A éste no debéis encerrarle de nuevo, viene conmigo»".

"Como un camino en otoño: tan pronto como se barre, vuelve a cubrirse de hojas secas".

"No dejes que el Mal te confunda y creas que puedes tener secretos para él".

"Con la misma firmeza con que la mano sostiene la piedra. Pero la mano la sostiene con tanta firmeza para lanzarla más lejos. No obstante, el camino conduce también por esa distancia".

"Tú eres la obra, ningún discípulo hasta donde la vista alcanza".

"El verdadero enemigo te transmite un valor sin límites".

"¿Cómo puede alguien alegrarse por el mundo excepto cuando se huye hacia él?".

"Hay una meta, pero ningún camino. Lo que llamamos «camino» es duda".

"Nos ha sido impuesto hacer lo negativo, hacer lo positivo ya nos ha sido dado".

"No hay un «tener», sólo hay un «ser», sólo un «ser» anhelante del último suspiro, de la asfixia".

"Antes no entendía por qué no recibía ninguna respuesta a mi pregunta, hoy no comprendo cómo pude creer que podía preguntar. Pero antes no creía en absoluto, sólo preguntaba".

"La palabra «sein» significa en alemán ambas cosas: «existir» y «pertenecerle a él»".

"Hay preguntas que no podríamos olvidar, si no fuéramos liberados de ellas por naturaleza".

"Se intenta mentir lo menos posible sólo cuando se miente lo menos posible y no cuando se tiene la menor oportunidad posible de mentir".

"Quien ama en el mundo a su prójimo no comete una injusticia mayor ni menor que el que se ama a sí mismo en el mundo. Sólo queda la cuestión de si lo primero es posible".

"Desde un aspecto teórico existe una posibilidad de alcanzar la felicidad completa: creer en lo indestructible en sí y no aspirar a ello".

"La verdad es indivisible, es decir no puede reconocerse a sí misma; quien quiera reconocerla, debe ser mentira".

"Depende de nuestros actos oscurecer todavía la imagen en esta vida o hacerla desaparecer del todo".

"Para evitar un error de palabras: lo que tiene que ser eficazmente destruido debe ser antes completamente afianzado; lo qué se desmorona, se desmorona, pero no puede ser destruido".

"A veces el Mal se encuentra en la mano como una herramienta. Lo hayas reconocido o no, permite que le dejes a un lado sin resistencia, si posees la voluntad para hacerlo".

"Las alegrías de esta vida no son las suyas, sino nuestro miedo ante el ascenso a una vida superior; los tormentos de esta vida no son los suyos, sino nuestra propia mortificación por causa de aquel miedo".

"¿Qué significan hoy las comprobaciones de ayer? Significan lo mismo que ayer, son verdad, sólo que la sangre discurre por entre las grandes piedras de la ley.

(Diarios)".

"Aquí estaba mi instituto; en aquel edificio del lado opuesto, mi universidad. Un poco más hacia la izquierda se encuentra mi oficina. En este pequeño círculo —y trazó con su dedo un par de pequeños círculos— queda encerrada toda mi vida.

(Kafka a su profesor de hebreo Friedrich Thieberger)".

"Quizá no pueda permanecer mucho tiempo en el mismo lugar. Hay hombres que sólo pueden adquirir un sentimiento de apego a la patria cuando viajan.

(A Tila Rössler)".

"Estoy aquí, en la ciudad, desde hace ya más de veinte años. ¿Puedes imaginarte lo que eso representa? Veinte veces he pasado aquí cada estación del año (…). Los árboles han crecido durante veinte años, qué pequeños deberíamos volvernos entre ellos. Y todas esas noches, ya sabes, en todas las casas. Una vez nos apoyamos en esta pared, otras en aquélla, así la ventana gira a nuestro alrededor.

(Diarios)".

"La semana pasada me adaptaba perfectamente a la calle en la que vivo y a la que he denominado: «calle para que los suicidas tomen impulso».

(A Hedwig Weiler)".

"Praga no te suelta. No a nosotros dos. Esta madrecita tiene garras. Hay que adaptarse o incendiarla desde dos puntos distintos, desde Vysehrad y desde Hradschin, entonces sería posible escapar.

(A Oscar Pollak)".

"Vivo con mi familia, entre seres excelentes y dignos de ser amados, como un extraño entre extraños.

(A Felice Bauer)".

"Soy un enfermo mental, la enfermedad pulmonar es sólo un desbordamiento de la enfermedad mental.

(A Milena)".

"Estamos abandonados como niños extraviados en el bosque. Cuando permaneces ante mí y me miras, qué sabes tú de los dolores que hay en mí y qué sé yo de los que hay en ti. Y si yo me arrojara a tus pies y llorara y te contara, qué sabrías más de mí que del infierno, si alguien te hubiese dicho que allí hace calor y es un lugar espantoso. Sólo por eso los seres humanos deberíamos mostrarnos entre nosotros tan respetuosos, tan pensativos y amantes como si estuviéramos ante las puertas del infierno.

(A Oskar Pollak)".

"No es miedo al Georgental, donde, tan pronto llegara, la misma noche, seguro que me habituaría. No es tampoco una voluntad débil, que exige que la decisión sólo se produzca cuando la razón lo ha calculado todo, lo que es, la mayor parte de las veces, imposible. Aquí se trata de un caso límite, en el que la razón puede realmente calcular y siempre llega al mismo resultado: que debo viajar. Más bien es miedo ante el cambio, miedo de dirigir la atención de los dioses hacia mí al realizar una acción demasiado grande para mis circunstancias.

(A Max Brod)".

"¿Te asusta pensar en la muerte? Yo sólo tengo un miedo horrible al dolor… Por lo demás, uno se puede aventurar a la muerte.

(A Milena)".

"No me he redimido con la escritura. He muerto durante toda mi vida y ahora moriré realmente. Mi vida fue más dulce que la de otros, tanto más horrible será mi muerte.

(A Max Brod)".

"El escritor que hay en mí morirá, naturalmente, enseguida, pues una figura semejante carece de suelo, de consistencia, no es ni siquiera de polvo; sólo es posible en la vida terrenal más absurda, sólo es una construcción de la sensualidad. Éste es el escritor. Yo mismo, sin embargo, no puedo seguir viviendo, puesto que no he vivido.
He permanecido siempre barro, no he logrado que la chispa se convirtiese en fuego, sólo la he utilizado para iluminar al cadáver. Será un entierro peculiar: el escritor, algo, por consiguiente, inconsistente, entregará al viejo cadáver, al cadáver de siempre, a la tumba.

(A Max Brod)".

"La muerte tuvo que sacarle de la vida del mismo modo en que se saca a un inválido de una silla de ruedas. Estaba aferrado a la vida con la misma fuerza y peso con los que el inválido se sentaba en la silla de ruedas.

(En: Fragmentos póstumos)".

"La amo y no puedo hablar con ella. La espío para no encontrármela.

(En: Fragmentos póstumos)".

"Querido Max: acerca de tu asunto sólo te digo, mientras no tenga tu respuesta, que yo también creo en un liderazgo de la mujer, del mismo modo que tuvo lugar por ejemplo en el pecado original, donde, como quizá en la mayoría de los casos, no le mereció la pena. También tu mujer es en ese sentido una líder al llevarte en cierta manera sobre su propio cuerpo hacia otra; que ella, después de haberte llevado, te contenga, pertenece a una categoría distinta. Sí, quizá te dirija algo más. Tienes razón cuando dices que la profundidad de la vida sexual propiamente dicha sigue siendo inaccesible para mí. Así lo creo yo también. Por eso evito también juzgar esta parte de tu caso o me limito sólo a la afirmación de que ese fuego, que para ti es sagrado, no posee la fuerza necesaria para quemar las resistencias para mí ya inteligibles. No sé por qué hay que interpretar el caso de Dante como tú lo haces. Se trata de un caso diferente al tuyo, al menos como se ha desarrollado hasta ahora: a él se le murió; tú, sin embargo, la dejas morir para ti al sentirte obligado a renunciar a ella. Por lo demás, también renunció Dante, aunque a su manera, y se casó por propia voluntad con otra, lo que no habla en favor de tu interpretación.

(A Max Brod)".

"La fundamentación de la necesidad de volverse sano es bella pero utópica. Lo que me propones como tarea podría haberlo realizado quizá un ángel sobre la cama de matrimonio de mis padres o, todavía mejor: sobre la cama matrimonial de mi pueblo, presuponiendo que tenga uno.

(A Max Brod)".

"Yo soy la novela. Yo soy mis historias.

(A Felice Bauer)".

"… Escribo de un modo diferente al que hablo, hablo de un modo diferente al que debiera pensar y así sucesivamente hasta la más profunda oscuridad.

(A Ottla y la familia)".

"Cuando no escribo, sobre todo desde que en los últimos años se ha convertido en una ley, obedece a motivos estratégicos. No confío ni en las palabras ni en las cartas, tampoco en mis palabras ni en mis cartas. Quiero compartir mi corazón con seres humanos y no con fantasmas que juegan con las palabras y leen las cartas con la lengua colgando.

(A Max Brod)".

"Entre tanto, después de haber sido azotado por momentos de demencia, he comenzado a escribir y esta actividad se ha convertido para mí, de la manera más cruel (de una crueldad inaudita, de ello no hablo) para todo el que me rodea, en lo más importante del mundo, casi como para el loco lo es su demencia (si la perdiera «erraría su sentido») o para una mujer su embarazo. Esto no tiene nada que ver, como lo repito aquí, con el valor de lo escrito, el valor lo reconozco con precisión extrema, pero también el valor que tiene para mí… Por eso mantengo la actividad de escribir con el temblor de la angustia ante toda molestia, y no sólo la actividad de escribir, sino también la soledad que por esencia le pertenece. Y si ayer dije que usted no debería venir el domingo por la noche, sino el lunes, y usted preguntó dos veces: «¿entonces no por la noche?», y yo al menos tuve que responder a la segunda pregunta: «descanse por una vez», la respuesta no era más que una mentira, pues lo que realmente opinaba era que quería mi soledad.

(A Robert Klopstock)".

"Quizá sea posible, no lo sé, que comience a escribir un hombre que domine el caos. Serían libros sagrados. O que ame, eso será amor, no miedo del caos (…). El poeta sólo es posible en el mundo ordenado.

(A Max Brod)".

"Se habría conformado con una cárcel. Terminar como un preso, ésa era una meta en la vida. Pero era una jaula. El ruido del mundo penetraba señorial e indiferente, como en su casa, a través de las rejas. El preso estaba realmente libre, podía participar en todo, nada de lo que ocurría fuera se le escapaba. Podría haber abandonado la jaula, las barras mantenían entre sí una distancia de un metro. Ni siquiera estaba preso.

(Diarios)".

"Mi celda — mi fortaleza.

(En: Fragmentos póstumos)".

"El Mal es lo que distrae.
El Mal sabe del Bien, pero el Bien no sabe del Mal.
Sólo el Mal posee conocimiento de sí mismo.
Uno de los recursos del Mal lo constituye la conversación.

(En: Cuadernos en octavo)".

"Soy sucio, Milena, infinitamente sucio, por eso armo tanto ruido con la pureza.
Nadie canta de un modo tan puro como los que se encuentran en lo más profundo del
infierno; lo que tenemos por el cántico de los ángeles, es su cántico.

(A Milena)".






Franz Kafka

No hay comentarios.:

Publicar un comentario