viernes, 13 de septiembre de 2019

Citas: Diarios - Fernando Pessoa


"Y entonces, ¿qué es el hombre, por sí mismo, sino un insecto fútil que zumba mientras se estrella contra el cristal de una ventana? Y es que está ciego, no puede ver, ni puede darse cuenta de que hay algo entre él y la luz. Por eso se esfuerza, trabajosamente, en acercarse. Puede apartarse de la luz, pero no es capaz de llegar a estar más cerca. ¿Cómo le ayudará la ciencia? Puede llegar a conocer la consistencia y las irregularidades propias del cristal, comprobar que en una parte es más grueso, y en otra más fino, en una más basto y en otra más delicado: con todo esto, amable filósofo, ¿cuánto se ha acercado a la luz? ¿Cuánto han aumentado sus posibilidades de ver? Puedo llegar a creer que el hombre de genio, el poeta, llega a romper, de algún modo, el cristal, hacia la luz, y siente la alegría y la tibieza que produce estar más allá que los demás hombres, pero, ¿no está, también él, ciego? 
¿Acaso se ha acercado algo al conocimiento de la verdad eterna?
Déjenme llevar más allá mi metáfora. Algunos se alejan de la cristalera en el sentido opuesto, hacia atrás, y gritan, al darse cuenta de que no chocan con el cristal, que no está tras ellos, «Hemos pasado»".

"Soy un poeta impulsado por la filosofía, no un filósofo con cualidades poéticas".

"La poesía de la Tierra nunca está muerta. Podemos decir que otras épocas pasadas fueron más poéticas, pero podemos decir [—]".

"Y es que la poesía es admiración, perplejidad, como la de un ser que hubiera caído del cielo y se diera cuenta durante su propia caída, atónito. 
Como alguien que conociera las cosas en el alma y luchando por recordar este conocimiento, se diera cuenta de que no era así como las conocía, no bajo esa forma y esas condiciones, y fuera incapaz de recordar más". 

"El artista debe ser hermoso y elegante, porque quien admira la belleza no debe carecer de ella".

"No tengo dinero, debo conseguirlo. Tengo que operarme antes: circuncisión. No tiene sentido ir al extranjero con semejante desgracia".

"Del miércoles 4 al miércoles 11 de abril

No seguí el diario. No escribí nada que merezca la pena".

"Pensé mucho, pero no leí casi nada".

"14 de mayo (Lunes)

Clases; filología. Estuve andando por ahí. Perdido en mis obsesiones".

"Diez mil veces se partió mi corazón dentro de mí. No puedo contar los sollozos que me emocionaron, los dolores que consumieron mi corazón. Y sin embargo, también vi otras cosas que me llenaron los ojos de lágrimas y me agitaron como una hoja olvidada. Vi hombres y mujeres que entregaban su vida, sus esperanzas, todo, por los demás. Vi actos de una entrega tan grande que me hicieron llorar lágrimas de alegría. Estas cosas, pensé, son hermosas, aunque no sean capaces de redimir. Son rayos puros del sol incidiendo sobre el gran monte de estiércol del Mundo".

"Un hombre puede sufrir lo mismo en un traje de seda que en un saco o bajo una colcha rasgada".

"Mis pensamientos toman a veces una orientación que me lleva a sentir que estoy loco. Lo que estas ideas significan en su profundidad, no lo sé, ni me  atrevo a intentar descubrirlo. La simple idea de analizarlos me asusta: tal es su naturaleza. Vértigo intelectual…".

"El cínico no es más que un pesimista alegre. No hay más que decir de él".

"Que nadie se ría de nadie, que nadie se burle de nadie, ni siquiera interiormente.
La vida humana es demasiado seria y demasiado triste para la risa".

"¿Por qué soy tan infeliz? Porque soy lo que no debería ser. Porque la mitad de mí es lo opuesto de la otra mitad, y el triunfo de una es la derrota de la otra, y la derrota es sufrimiento: mi sufrimiento, siempre".

"Me lleno de ira. Querría comprenderlo todo, saberlo todo, cumplirlo todo, decirlo todo, disfrutarlo todo, sufrirlo todo, sí, sufrirlo todo. Pero no tengo nada de todo esto, nada, nada. Estoy anulado por la idea de lo que querría tener, poder, sentir. Mi vida es un inmenso sueño. Pienso, en ocasiones, que quisiera cometer todos los crímenes, todos los vicios, todas las acciones bellas, nobles, grandes, beber la belleza, la verdad, el bien, de un solo trago, y dormirme después para siempre en el pacífico seno de la Nada.
Déjenme llorar".

"El misterio del mundo no sólo llena mis pensamientos, sino también mis sentimientos".

"Es preciso que ahora cuente qué clase de hombre soy. Mi nombre no tiene importancia, al igual que el resto de los detalles externos. Es mi carácter lo que merece ser descrito".

"Saben, sin duda, que el mayor amor no es aquél que las palabras dulces expresan con pureza. Ni aquél que la mirada manifiesta, ni el que la mano comunica rozando suavemente otra mano. Es aquél que, cuando dos seres están juntos, sin mirarse ni tocarse, los envuelve como en una nube, los [—].
Ese amor no se puede expresar ni revelar. No se puede hablar de él".

"Soy la sombra de mí mismo, en busca de aquello que es sombra.
A veces me detengo al borde de mí mismo y me pregunto si soy un loco o un misterio muy misterioso".

"Me encuentro muy débil y mareado, aunque poéticamente excitado".

"He descubierto que la lectura es una forma de soñar esclavizada. Si he de soñar, ¿por qué no soñar mis propios sueños?".

"Antiguamente, yo sabía leer. Hoy, cuando leo, me pierdo".

"Nunca tuve una prometida real… nunca supe cómo se ama… Sólo supe cómo se sueña amar…".

"¡Cuántas veces mi boca rozó mi boca en un espejo! Cuántas veces aparté una de mis manos con la otra, y cuántas adoré mis cabellos con mi mano enajenada para que pareciera suya al tocarme. No soy yo el que te está diciendo esto… es el resto de mí quien está hablando".

"Me asedia un vacío absoluto de fraternidad y de afecto. Incluso los que están cerca de mí no lo están, estoy rodeado de amigos que no son mis amigos y de conocidos que no me conocen".

"Entre yo y el mundo hay una niebla que impide que vea las cosas como verdaderamente son; como son para los otros.
Esto es lo que siento".

"No sé quién soy, qué alma tengo".

"Actuar es intervenir. Un brazo que se extiende y ocupa espacio se convierte, de este modo, en una escultura metafísica. Nunca pude dejar de dar a este hecho una importancia alada sobre lo cotidiano".

"4. Un día ni bueno ni malo. Trabajé muy bien, traduje veintitrés páginas. En conjunto, tranquilo, lo que no está mal. Lo único malo era que el día estaba lluvioso, y mi propia angustia porque hubo un trueno".

"5. Día monótonamente agradable. Tormenta por la noche, pero estaba en casa y no hubo muchos truenos; apenas me afectó. Terminé la traducción".

"17. Un día en parte agradable y en parte desagradable. Recibí diez dólares y me calé los pies por culpa de la lluvia. Pero sin consecuencias. Tuve que comprar un paraguas, contra mi voluntad".

"18. Día más agradable que desagradable. Noche social, agradable. Día bastante vacío".

"20. Día vacío, del tipo perdido, más agradable que desagradable".

"13-6-1916

Y así he llegado a mi vigésimo octavo cumpleaños sin haber hecho nada en la vida: nada en la vida, nada en las letras o en mi propia individualidad. Hasta el día de hoy, he probado el fracaso hasta sus últimas consecuencias. Ah, ¿hasta cuándo tendré que seguir probándolo?
Cuanto más examino mi consciencia, menos me perdono a mí mismo por la nulidad de mi vida.
¿Qué cosa horrible me ha retrasado de este modo?
Mi lectura deficiente, mi carencia de espíritu práctico".

"No tengo ninguna dificultad para describirme: soy un carácter femenino con una inteligencia masculina. Mi sensibilidad y los movimientos que produce, y en eso consiste el carácter, son de mujer. Mis facultades de relación —la inteligencia, y la voluntad, que es la inteligencia del impulso— son de hombre.
En cuanto a la sensibilidad, si digo que siempre me ha gustado ser amado, y nunca amar, lo digo todo. Me dolía siempre la obligación, por un vulgar deber de reciprocidad —una lealtad del espíritu— de corresponder. Me agradaba la pasividad.
De la actividad sólo me atraía el mínimo necesario para estimular, para no dejar que se olvide la actividad amorosa de quien me amaba".

"Las sociedades están dirigidas por agitadores de sentimientos, no por agitadores de ideas".

"Muchos creen cosas falsas o incompletas de mí, y yo, al hablar con ellos, hago todo lo posible para que sigan creyéndolas".

"Líbrame, como me libraste en el Umbral, de la ambición, de la vanidad y del orgullo. Dame la mano para que no tropiece; la luz, para que no esté ciego; la vida, para que no esté muerto".




Fernando Pessoa

No hay comentarios.:

Publicar un comentario