domingo, 14 de enero de 2024

Citas: El conjuro de la luna roja - Cristian Camilo Bolívar Arevalo

 
"Todo pierde sentido en la noche de verano del martes 8 de noviembre, cuando mi viejo Cello es interpretado en la habitación de una extraña casa, ubicada en la diagonal 34a N°5ª 43. Notas macabras en manos dulces, sonidos simples en la oscuridad de quien tiene la posibilidad de escuchar. Una piel pálida ante el brillo de la luna, una joven con aspecto de cadáver y una noche donde los sucesos son el comienzo de un delirio llamado prisión".

"Dalias negras cae en una tumba con el mismo poema que esté dedico a su amada un día antes. Un amor prohibido que termina con un cuerpo extirpado en el asfalto, llenando de melancolía el pavimento. El poeta cae resquebrajando la anomalía del tiempo, mientras rompe la estructura del viento, y es golpeado por un destino llamado el óbito de la última aurora".

"—Señorita, se puede saber ¿Por qué viene hasta ahora? — pronunció la enfermera que me acompañaba—. Como sabrá, él lleva meses aquí y nadie lo ha visitado.
—Lo sé… lo cual no es excusa, pero usted no comprende las circunstancias por las cuales he pasado. Residía en otro país y no tuve oportunidad de venir. Hasta ahora que pude viajar para ver el estado de salud de mi tío — recité —. Siempre estuvo muy alejado y perdido, pensamos que ya había muerto, inclusive le hicimos una estatua en su honor.
—¿Qué clase de broma es esta? ¿Qué es esa cosa tan asquerosa? —preguntó la enfermera mientras le muestro la foto de una escultura, que compré para decorar mi habitación.
—¿Por qué se exalta? Así termina nuestro cuerpo, descompuesto y deformado.
—¡Ya basta de bromas! Le llevaré hasta la habitación de su tío —dijo la enfermera con expresión de desprecio y enfado".

"Cuando la enfermera se retira, observo como Max sigue dibujando aberraciones y escribiendo frases como: “Conocía dios y no es lo que esperaba, es peor de lo que creí".

"Le llamó varias veces hasta que atraigo su atención.
—Max, ¿me recuerdas? —le pregunto.
—¿Quién eres, una bruja? ¿Una enviada de dios para atormentarme?
—respondió el loco con la mirada perdida.
—Yo no tengo nada que ver con ningún dios ni muchos con tus delirios —suscitó con odio—. Si no me recuerdas soy Luna Atenea Flores.
—¿Luna? La única que recuerdo es la que brilla en esa ventana. La misma que me acompaña cada noche para enfrentarme a las bestias invisibles. Tú no sabes el mal que acecha en este planeta".

"No quiero alargar más esta reflexión, pero sí terminar diciendo que en muchos de mis escritos lo he explicado más a fondo, y muchos, en vez de determinar una postura de apreciación, concluyen que yo estoy poseída por el diablo. Quien quebrantó mi dignidad y dejó grandes heridas en mi cuerpo, era devoto irrefutable de la religión, más aparte un miserable proxeneta en nombre de quien ama y nos protege de todo mal".

"El pasado fue el suspiro del olvido y el futuro la sensación inexistente del vacío".

"—Luna… amor de mis desdichas —me dice una voz masculina por el teléfono— , no sabes cuanto he esperado para escuchar tu voz y cuanta tortura he tenido que sobrellevar, para alejarte de tal peligro.
—¿Quién llama? —pregunto—, no estoy para bromas y además odio los payasos.
—¿Ni siquiera con el nombre de Boris Froes? —pregunta la voz del teléfono".

"—Luna… —me llama el infortunado—, ¿me recuerdas? Soy Josué, estudiamos juntos.
—Tan insignificante debes ser, porque no te recuerdo —Lo ojeo con menosprecio.
—Pero qué cosa dices —declara el joven —. Me alegra ver que aún existen mujeres que se interesen por el conocimiento — Observa el libro. — Veo que vienes por una gran obra.
—Si… Me gusta explorar el mundo esotérico.
—En serio… no creo que ese libro te pueda ayudar —me dice el profano eclesiástico —. Solo existe en el mundo, un libro divino…
—Pero por supuesto — refuto con gran sátira —. Alabado sea Abdul Alhazred por traernos el Necronomicón.
—No… ¿Acaso está loca? —me dice el acólito adoctrinado—. ¿Por qué caes en la herejía?
—Eso no te importa —respondo—, la pregunta es: ¿Qué haces tú en un sitio como este?
—Bueno, te vi entrar y quise venir a saludarte.
—¿Quieres saber algo de mí? Odio las personas melosas, así que, es mejor que te vayas.
—Pero…
—Lárgate".

"Me ungí en misterio, así como el encuentro de voces redondo y sellos, que es el reflejo de lo desconocido. Anduve por una ciudad de melancolía donde espíritus viajan recordando una vida, y los no nacidos deambulan para buscar su próximo elegido, y nacer de las cenizas como la esperanza de familia. Muchos fracasan al no encontrar el sentido de su existencia, y decepcionan a sus progenitores que los desatan en fracasos.
Tal vez llegue el momento donde por fin podremos crear un mundo donde la codicia y caos dejen de gobernar".

"—Luna… me escuchas —susurra la voz de una niña dentro de mi mente.
—¿Quién eres? — le pregunto.
—La inocencia que perdiste.
No pude contestar, es como si mi mente dejase de funcionar".

"—¿Quién eres tú? —le pregunto.
—Soy GÜIA el espíritu que rige en todos los páramos —responde la osa con telepatía.
—Mucho gusto soy…
—¡Sé quién eres! —interrumpe el pensamiento de GÜIA—. La única que no sabe, eres tú.
—No te entiendo —manifiesto tratando de acariciarle.
—CHIA, CHIA, CHIA. Eres el avatar de la gran guardiana de la noche, y si aún no lo sabes eres la representación de la feminidad sobre la tierra como es BACHUE.
—Si soy tan importante como dices, ¿por qué reencarne en un cuerpo tan insignificante? —le pregunto con devoción.
—¿Insignificante? No mi niña. —Objeta la voz de GÜIA—. Reencarnaste como ser humano precisamente para demostrarle a la humanidad que necesita elevar su vibración.
El motivo por el cual los espíritus de la naturaleza, tomaron forma humana como signo de un nuevo ciclo.
—Pero este cuerpo es un presidio".

"Cuando hay alguna esperanza, la estupidez la deshace como fuese una amenaza".

"En resumidas cuentas, sentí cuando el mar se funde en una gota, el absoluto que entra dentro de mí.
Concluyó muchas incógnitas, sin embargo, falta determinar algunos acontecimientos para cumplir mi objetivo de abrir los diez sellos del árbol de la plenitud, y así traer la ascensión de la humanidad a la nueva dimensión, sin antes enfrentarme al peligro invisible que se llama demiurgo.
Como todas las historias".

"—Te estaré esperando para que me liberes de este cuerpo ya sin vida —susurra—. Te cuidaré desde el viento, solo llama, ya sabes cómo hacerlo.
—Nunca morirás… eres parte del vacío absoluto y de la eternidad —le beso en la cabeza—. Ya cumpliste tu función y pronto partirás a donde perteneces.
—Solo recuerda mi niña, que eres la semilla, que tienes dentro el tronco la hoja y la flor, y pronto crecerás y te marchitaras. Ya conoces de la vida, solo es existir en la sutilidad de la no existencia—FOMAGATA toma vuelo hacia el denso cielo y desaparece".

"—No sé cómo el ser humano no se ha dado cuenta de su creación, y aún busca culpables en el exterior — expreso.
—Así es… El ser humano es el dueño de su propio caos y aún no es capaz de aceptarlo —agrega GRAN MASHA—".

"—¿Qué hacías en el páramo tu sola? —me pregunta.
—Buscar la tranquilidad que no encuentra en la ciudad —Es claro que no le voy a contar mi experiencia paranormal, sé que no me va a creer y aún peor, me tomará como si estuviese fuera de juicio.
—Es estresante, no sé cómo viven allí —agrega el joven.
—Tienes que drogarte a diario para aguantar la muerte andante y la repugnancia de la ciudad —manifiesto.
— Con tanta delincuencia no lo dudo".

"—La paciencia es la mayor virtud, más cuando no esperas resultado —Miro la ventana y disfruto del poco paisaje que queda".

"La muerte no es más que el despertar de este sueño que llamamos realidad, pero te identificas con hechos que te condenan encerrándote en la neurosis de la sociedad, y vives en un lamento profundo, porque no entiendes que tu eres la vida. Te asesinas día a día con actos, que, no so mas que la falsedad de tu delirio, crees ser lo que no eres y dejas de ser. Se como una lagartija, solo observa y se consciente, estate atento a todo lo que sucede".




Cristian Camilo Bolívar Arevalo

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