domingo, 8 de diciembre de 2019

Citas: Grace Kelly - Donald Spoto


"La idea de que mi vida ha sido como un cuento es, en sí misma, un cuento. 

GRACE KELLY GRIMALDI, princesa de Mónaco, a DONALD SPOTO".

"¡Odio ver cómo el sol se pone / y se hunde en el suelo, / porque puede que alguna noche cálida quede atrapado / y a la mañana siguiente no asome!".

"«Según él, Peggy estaba destinada a ser la estrella de la familia —recordaba Rupert Allan, publicista y buen amigo de Grace, que más tarde se convertiría en el cónsul general de Mónaco en Los Ángeles—. Jack nunca prestó demasiada atención a Grace… La aceptaba, pero no llegó a comprenderla. En cambio, ella lo adoraba y siempre buscó su aprobación»".

"Pequeña flor, eres afortunada… / te bañas en el cálido sol, / y ves el mundo pasar /sin apenas parpadear / mientras otros tienen que esforzarse y luchar / contra el mundo y los pesares / de la vida. // Pero tú también tienes tus batallas para combatir / la fría y desolada oscuridad de cada noche, / de una enredadera mayor que busca crecer / y es capaz de soportar la lluvia y la nieve / y sin embargo nunca dejas que se note / en tu bello rostro".

"Podría pensarse que los padres de Grace se enorgullecían de su parentesco con George, pero lo cierto era que no se mostraban en absoluto entusiasmados con él porque era declaradamente homosexual y llevaba años viviendo con su pareja, William Weagley. En aquella época, tener un pariente homosexual era algo vergonzoso salvo para unas pocas familias norteamericanas ilustradas, y solo se toleraba al hombre que era «sensible» (la palabra en clave que todo lo revelaba) si guardaba en secreto su terrible verdad. Cuando George murió en 1974, la familia no invitó al funeral a Weagley, que tuvo que entrar a hurtadillas en la iglesia y sentarseen un banco del fondo, donde lloró desconsoladamente sin que nadie se fijara en él.
Falleció al año siguiente".

"La vida social de Grace floreció en 1943. En esa época la frase «salir con alguien» no significaba tener relaciones sexuales, sino compartir una serie de actividades inocentes como ir al cine, a fiestas y a bailar".

"«Mi hermana Lizanne solo se enamoró de uno, el chico con quien se casó, pero Peggy y yo nos enamorábamos y desenamorábamos cada día»".

"«Me rebelé contra mi familia y me fui a Nueva York para averiguar quién era yo… y quién no era»".

"«Tengo entendido que algunas de tus amigas de instituto empiezan a salir —le comentó su padre, refiriéndose a la posibilidad de una presentación formal en sociedad, como era costumbre en aquella época—. ¿Tú no quieres salir?»
La respuesta de Grace fue tajante: «Ya estoy saliendo. ¿Crees que para conseguir una cita tengo que recurrir a esas mujeres que venden listas con nombres de chicos y sus direcciones?». Ella tenía otros planes y nada ni nadie iba a detenerla".

"En la fiesta que siguió a la entrega de diplomas se encontraba un joven llamado John Cassavetes, que iba un curso por detrás de Grace y no tardaría en iniciar una importante carrera como actor y director de cine. 
Cassavetes se sorprendió cuando otro alumno le dijo: «Esa Grace Kelly es una monada. ¿No es una lástima que sea tan tímida que nunca vaya a llegar a nada?»".

"«Durante mucho tiempo —recordaba Grace—, estuve en la categoría del “demasiado”: demasiado alta, piernas demasiado largas, demasiada barbilla. Recuerdo que el señor Ratoff no dejaba de gritar: “¡Pero si es perfecta! ¡Lo que me gusta de esta chica es que no es una belleza!”»".

"Fred Coe, que produjo muchos de los trabajos televisivos de Grace, añadía que «poseía talento y atractivo, pero eso era algo que también tenían muchos otros jóvenes intérpretes de teatro que no llegaron a convertirse en estrellas. Lo que la hacía destacar era eso que llamamos “estilo”. No era simplemente otra chica guapa, sino la esencia de la naturalidad… la clase de chica con la que cualquier hombre soñaba casarse. Todos los que trabajábamos con ella la adorábamos. Era imposible estar con Grace sin enamorarse un poco de ella»".

"Si una estrella cinematográfica era alcohólica, drogadicta, infiel a su cónyuge o incluso declarada culpable de un delito, no pasaba nada porque los estudios se ocupaban del asunto. Se sobornaba a la policía, se compraba el silencio de la prensa y se negociaba con los periódicos y columnistas de sociedad lo que estos debían publicar".

"Hacía tiempo que Grace y Gable habían fallecido cuando Ava realizó estas declaraciones que son sumamente ambiguas. «Enamorado» puede significar, aunque no necesariamente, «en la cama»".

"«Cuando era joven, siempre me estaba enamorando de hombres que me daban mucho más de lo que yo les daba a cambio —afirmaría Grace años más tarde—.
Sabía que era inmadura e incompleta como persona, que en realidad estaba tomando y asimilando más de lo que daba. Me parece que esto es algo que les ocurre a la mayoría de los jóvenes. Con el egoísmo propio de la juventud, necesitamos alimentar nuestra mente y nuestro espíritu con lo que cogemos de los demás»".

"En cuanto a Grace, también ella padeció la ira del director. «Estaba muy preocupada con mi papel —comentaba—, sabía lo mucho que había en juego después de Solo ante el peligro y deseaba con toda el alma hacerlo bien, en especial porque a Ford le había gustado mi prueba de cámara y al parecer había visto en mí algo que nadie más había conseguido apreciar. El caso es que un día, durante el rodaje, me gritó: “Kelly, ¿qué demonios está haciendo ahí?”.
»Yo le respondí: “En el guión dice que Linda ha de caminar hasta aquí, darse la vuelta y…”. Él me interrumpió gritando: “¡Muy bien, Kelly, pero estamos rodando una película, no un guión!”.

"Grace recordaba cierta ocasión en que el cineasta quiso burlarse de ella. «Hitch sabía un montón de historias picantes. Un día se volvió hacia mí después de contarle un chiste muy verde a Ray Milland y me preguntó: “¿Está usted escandalizada, señorita Kelly?”. Yo sonreí y contesté: “En absoluto, señor Hitchcock, me eduqué en un colegio de monjas, de modo que antes de los trece ya había oído estas cosas”.
Creo que le encantó mi respuesta»".

"«Un 12 de noviembre, la tierra cobró vida para mí y creó la criatura más bella del mundo: tú. Te quiero, cariño. Te llamaré esta noche»".

"No tenía tiempo para mí, y un día, cuando alguien de una revista me preguntó: “¿Quién   es la verdadera Grace Kelly?”, contesté: “La verdadera Grace Kelly todavía no existe.
Vuelva dentro de diez años y se lo diré. Por el momento sigo intentando averiguarlo”".

"Rainiero reconocía que para él había sido fácil encontrar amantes (al igual que para ella), pero que su «mayor dificultad residía en conocer a una mujer lo bastante íntimamente y durante el tiempo suficiente para saber si éramos almas gemelas a la vez que amantes»".

"Privado del cariño y la atención familiar, el joven Rainiero se entregó a todo tipo de romances y deportes peligrosos, hasta la primavera de 1955, cuando un breve encuentro de treinta minutos con una actriz estadounidense tocó una fibra sensible en su interior".

"Grace no quería que sus amigas más íntimas se enteraran por la prensa. «Me llamó a Nueva York para invitarme a tomar una copa en su casa y me dijo: “Quiero que conozcas a mi príncipe”. Pensé que se refería solo al hombre de sus sueños, claro está, o sea que me llevé una buena sorpresa», recordaba Rita Gam".

"«Nosotros no lo hacemos así», era la respuesta de los miembros del servicio con la que Grace se topaba una y otra vez cuando hacía alguna sugerencia sobre algo tan insignificante como la disposición de la mesa o los arreglos florales. 
Tuvieron que pasar varios años hasta que por fin fue capaz de expresar su opinión y contestar con amabilidad: «Muchas gracias, pero a partir de ahora lo haremos a mi modo»".

"En contra de los rumores que corrieron durante el resto de su vida, su matrimonio fue feliz. «Naturalmente que pasamos períodos turbulentos, como cualquier matrimonio —afirmó Grace—, pero hablamos de las cosas y ninguno de los dos es rencoroso o pone mala cara».Amigas íntimas como Judy Kanter recordaban que Rainiero «era temperamental y de genio muy vivo, y a menudo descargaba su malhumor con Grace porque sabía que ella seguiría queriéndolo. En una ocasión comentó que un buen matrimonio no era una relación eterna y romántica, sino una
larga conversación».Grace amaba a su príncipe: «Me casé con el hombre, no con lo que representaba. Me enamoré de él sin reparar en nada más»".

"Los episodios de depresión profunda fueron infrecuentes, pero, a pesar de su entrega y dedicación al trabajo, atravesó muchos momentos de melancolía y soledad, sentimientos que fueron en aumento a medida que pasaban los años. Ya en el otoño de 1965, al cumplir treinta y seis años, comentó a un entrevistador: 

«No espero ser feliz y no busco la felicidad, así que en cierto sentido se puede decir que estoy satisfecha con la vida. Intento comprenderme, pero también discuto conmigo misma todo el tiempo; por lo tanto, supongo que no estoy en paz conmigo misma. Me quedan muchas ambiciones que aún no he cumplido, y si conservo la salud y la fuerza para levantarme de la cama por las mañanas, puede que consiga realizar alguna»".




Donald Spoto

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