viernes, 12 de abril de 2019

Citas: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes - Elena Favilli y Francesca Cavallo


Alek Wek, supermodelo (1959):

"Alek tiene un mensaje para todas las niñas del mundo:
—Eres hermosa. Está bien ser peculiar. Está bien ser tímida. No necesitas ser igual que los demás".

Alfonsina Strada, ciclista (1891-1959):

"«No lo logrará», decía la gente. Pero no había forma de detenerla.
Fue una carrera larga y agotadora, con fases de veintiún días en algunos de los senderos montañosos más empinados del mundo. De los noventa ciclistas que entraron a la competencia, sólo treinta cruzaron la meta.
Y Alfonsina fue una de ellos. La recibieron como una heroína.
Por desgracia, al año siguiente le prohibieron competir.
—El Giro de Italia es una carrera para hombres declararon los oficiales.
Pero eso tampoco detuvo a Alfonsina. Encontró la forma de concursar y estableció un récord de velocidad que se mantuvo durante veintiséis años, a pesar de andar en una bicicleta de veinte kilos y una sola velocidad".

Alicia Alonso, Bailarina (1921):

"En su infancia, Alicia sí podía ver, y ya era una bailarina excepcional con una gran carrera por delante cuando enfermó. Su vista iba empeorando con el tiempo. Se vio obligada a pasar meses en cama sin moverse, pero necesitaba bailar, así que lo hacía de la única forma posible.
—Bailaba en mi cabeza. Sin poder ver, sin poder moverme, quieta en mi cama, me enseñé a mí misma a bailar Giselle".

Amelia Earhart, Aviadora (1897-1937):

"Antes de partir, escribió: «Estoy consciente de los peligros. Quiero hacerlo porque quiero hacerlo. Las mujeres debemos intentar hacer las mismas cosas que los hombres. Si fracasamos, nuestro fracaso será un desafío para las demás»".

Amna Al Haddad, Levantadora de pesas (1989):

"Había una vez una periodista llamada Amna que era muy infeliz. Amna tenía sobrepeso y nada de condición física. Un día se dijo a sí misma: «Puedes hacer algo mejor que esto. Simplemente haz algo. Sal a caminar». Y eso hizo".

"—Me gusta ser fuerte —afirma Amna—. Ser mujer no significa que no puedas ser tan fuerte como un varón, ¡o hasta más!".

"—No importa tu edad, tu religión u origen étnico. El deporte es bueno para todos. El deporte genera paz y une a las naciones. Sin importar cuáles sean los desafíos, nunca te alejes de tus sueños.
Entre más persistas, más te acercarás a tus metas. Cuando las cosas se pongan duras, vuélvete más dura que ellas".

Anna Politkovskaya, Periodista (1958-2006)

"—¿Por qué pones en riesgo tu vida? —le preguntó una vez su esposo.
—El riesgo es parte de mi profesión —contestó ella—. Sé que me puede pasar algo. Sólo quiero que mis artículos ayuden a construir un mundo mejo".

Ashley Fiolek, Campeona de motocross (1990):

"En cinco años, Ashley ganó cuatro títulos nacionales. Y claro que también se cayó de la moto, ¡muchas veces! Ashley se rompió el brazo derecho, la muñeca derecha, el tobillo derecho, la clavícula (tres veces) y los dos dientes frontales, pero siempre se recuperaba y volvía a subirse a la motocicleta".

Balkissa Chaibou, Activista (1995):

"—Estudien con todas sus fuerzas. No es fácil, pero es nuestra única esperanza —les dice Balkissa a las niñas".

Brenda Chapman, Directora de cine (1962):

"Estudió animación de personajes en el Instituto de las Artes de California y pocos años después logró el sueño de su vida: trabajar haciendo películas animadas para Disney en Los Ángeles. Pronto descubrió que era una de las pocas mujeres animadoras en la empresa.
—Ahí fue cuando me di cuenta de por qué las princesas de Disney son tan indefensas: todas habían sido creadas por hombres — recuerda Brenda. Se prometió a sí misma crear un nuevo tipo de princesa: fuerte, independiente y… «valiente», pensó—. ¡Qué gran nombre para una película!".

Fadumo Dayib, Política (1973):

"—Mi mamá solía decirme: «Tienes todas las posibilidades del mundo en la palma de tus manos». Y es verdad".

Harriet Tubman, defensora de la libertad (1822-1913):

"—Me miré las manos para ver si seguía siendo la misma persona ahora que era libre. Todo era tan glorioso que me sentí en el cielo".

"Pensó en aquel esclavo fugitivo y en su propia familia, que seguía esclavizada en Maryland, y decidió ayudarlos. Durante los siguientes once años, volvió diecinueve veces a Maryland y rescató a cientos de esclavos.
Nunca la capturaron y jamás perdió a una sola persona".

Hatshepsut, Faraona (1508-1458):

"Hatshepsut reinó más y mejor que cualquier otro faraón en la historia de Egipto. Sin embargo, para muchos no fue suficiente.
Veinte años después de su muerte, alguien intentó borrarla de la historia. Destruyeron sus estatuas y borraron su nombre de todo registro.
¿Por qué? Porque la idea de una faraona asustaba a la gente. ¿Y si su éxito inspiraba a otras mujeres a tomar el poder?
Por fortuna, no es tan fácil borrar el recuerdo de alguien que ha quedado inmortalizada en piedra".

Hyllary Rodham Clinton, Candidata Presidencial (1947):

"Hubo una época en la que las niñas no podían ser lo que deseaban, pero esa época se ha terminado".

Kate Sheppard, Sufragista (1847-1934):

"Había una época en la que los hombres creían que las mujeres sólo existían para servirles. Creían que las mujeres debían cocinar y limpiar, cuidar a los hijos y no ocuparse de otras cosas.
También creían que las mujeres debían usar «ropa femenina», o sea vestidos largos y corsés muy ajustados. No importaba que esas prendas les impidieran moverse bien o hasta respirar; la idea era que se vieran bonitas.
Era impensable que las mujeres trabajaran, que practicaran deportes o que quisieran gobernar el país. Definitivamente era impensable. Ni siquiera tenían permitido votar. Kate, en cambio, creía que las mujeres debían tener las mismas libertades que los hombres: entre ellas la libertad de expresar lo que pensaban, de votar por quien quisieran y de usar ropa cómoda.
Un día, se puso de pie y declaró:

—Las mujeres deberíamos poder votar. Y deberíamos dejar de usar corsés".

Lozen, Guerrera (1840-1886):

"—No quiero aprender las labores de las mujeres ni quiero casarme —le dijo a su hermano Victori —. Quiero ser guerrera".

Malala Yousafzai, Activista (1997):

"—La educación les da poder a las mujeres. Los talibanes están cerrando las escuelas para niñas porque no quieren que las mujeres tengan poder".

"—Creyeron que las balas nos silenciarían, pero fallaron —dijo—. Tomemos nuestros libros y nuestros lápices. Son nuestras armas más poderosas. Una niña, una maestra, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo".

Manal Al-Sharif, Activista (1979):

"—Si los hombres pueden manejar, ¿por qué las mujeres no? —dijo Manal en su video. Era una simple pregunta, pero a las autoridades religiosas no les agradó en lo absoluto.
—¿Y si otras mujeres empiezan a manejar? Se van a salir de control —exclamaron las autoridades.
Así que unos cuantos días después Manal fue arrestada, y la hicieron prometer que no volvería a manejar jamás.
Sin embargo, su video ya había sido visto por miles de personas. Unas cuantas semanas después, cientos de valientes mujeres saudíes tomaron las calles con sus autos y desafiaron a las autoridades religiosas".

"Manal fue encarcelada de nuevo, pero siguió expresándose para animar a las mujeres a manejar y a luchar por sus derechos.
—No pregunten cuándo terminará la prohibición. Sólo salgan y manejen".

Michelle Obama, Abogada y Primer Dama (1964):

"—Tal vez no soy lo suficientemente inteligente. Tal vez no valgo lo suficiente —decía, angustiada.
Pero su madre le contestaba:
—Si se puede hacer, tú puedes hacerlo.
—Cualquier cosa es posible —le decía su papá".

"Su lema es: «Nadie nace siendo brillante. Te vuelves brillante a través del trabajo arduo»".

Nina simone, Cantante (1933-2003):

"Por eso escribió canciones como «Brown baby» o «Young, gifted and black». Nina Simone entendía cómo el racismo hería a la gente, así que quería que encontraran fuerzas en sus canciones.
—Lo peor de ese tipo de prejuicio es que, aunque te sientes lastimada y enojada y demás, también alimenta tus inseguridades. Y entonces empiezas a pensar que tal vez no vales lo suficiente — afirmaba".

Simone Biles, Gimnasta (1997):

"Un día, una periodista le preguntó:
—¿Cómo lidias con ese tipo de presión?
—Intento no pensar en ello. Por ahora, mi meta es ser más
consistente en las barras asimétricas.
—¿Y qué hay de la meta de ganar una medalla de oro?
—Las medallas no pueden ser metas —contestó Simone con una sonrisa—. Es como dice mi mamá: «Si dar lo mejor de ti te hace salir primera, ¡genial! Si significa terminar en cuarto lugar, también es genial»".

Sonita Alizadeh, Rapera, (1996):

"—En mi país, las niñas buenas se quedan calladas —dice Sonita—, pero yo quiero compartir las palabras que traigo en el corazón".

Virginia Woolf, Escritora (1882-1941):

"Virginia era ingeniosa, culta y muy sensible. Siempre que algo malo pasaba, se sentía sumamente triste durante semanas. Cuando estaba contenta, era la niña más alegre del planeta.
«Vivo intensamente», escribió Virginia en su diario".

"Virginia padecía una enfermedad llamada depresión, y los cambios de humor la afectaron siempre. Sin embargo, sin importar su estado de ánimo, siempre escribía. Llevaba un diario y escribía poemas, novelas y reseñas. Escribir le permitía ver sus propios sentimientos con más claridad y de ese modo alumbrar las emociones humanas en general".

"Hoy en día, la depresión tiene tratamiento. Ya sea que estés feliz, triste o algo intermedio, siempre es buena idea registrar tu estado de ánimo en un diario. Podrías convertirte en una gran escritora como Virginia y ayudar a otras personas a entender sus emociones y a llevar vidas llenas de sueños".

Wilma Rudolph, Atleta (1940-1994):

"Wilma compitió en veinte carreras y las ganó todas.
—No sé por qué corro tan rápido —decía—. Sólo corro.
Wilma se convirtió en la mujer más veloz del mundo, lo cual le trajo muchas alegrías a su familia y a su país. De hecho, en las Olimpiadas de 1960, Wilma rompió tres récords mundiales. Solía decir que la clave para ganar es saber cómo perder.
—Nadie gana todo el tiempo. Si puedes levantarte después de una derrota devastadora y vuelves a intentarlo, algún día serás una campeona".

Xian Zhang, Directora de orquesta (1973):

"Una noche, después del último ensayo de una hermosa ópera llamada Las bodas de Fígaro, el director de la orquesta llamó a Zhang y, sin darle explicaciones, le dijo:
—Mañana dirigirás la orquesta.
—Gracias —contestó ella con un chillido. ¡Estaba aterrada! 
Al día siguiente, convocó a la orquesta para hacer un ensayo adicional. Zhang era diminuta y apenas tenía veinte años. Cuando subió al podio, algunos de los músicos se burlaron de ella. Pero Zhang ni siquiera parpadeó. No sonrió. Simplemente alzó la batuta y esperó. Diez minutos después, la orquesta seguía su dirección con absoluto respeto.
—Mi vida cambió de la noche a la mañana —afirmó después".

Yusra Mardini, Nadadora (1998):

"Yusra había oído que Alemania era un buen lugar para los nadadores. El viaje era largo y llegar hasta ahí sería difícil, pero eso no la desanimó.
Su hermana y ella se unieron a un grupo de refugiados que durante un mes atravesó varios países y luego abordó una lancha de plástico hacia la isla de Lesbos. La lancha era para unas seis o siete personas, pero en ella había veinte amontonadas. De pronto, el motor se descompuso.
«Podemos morir en medio del mar», pensó Yusra. «¡Pero somos nadadoras!». Entonces, saltó al agua con su hermana y otro muchacho.
Entre los tres patalearon y jalaron y empujaron la lancha durante más de tres horas, hasta que por fin llegaron a la costa.
Cuando llegaron a Alemania, la primera pregunta que hizo Yusra fue:
—¿Dónde hay un club de natación?".






Elena Favilli y Francesca Cavallo

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