"Escapar nunca había sido un problema. Estaba acostumbrado a huir de todo el mundo".
"Khalil se mordió el labio y se le aguaron los ojos. Su captura probablemente significaría la condena para decenas de niños. Una solitaria lágrima de impotencia se deslizó por su rostro. Quizás no hubiese otro amanecer para él ni para los suyos".
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—Una Columna no gana a un clan entero —dijo Doel tranquilizando a Ozen, aunque entendía su actitud.
—No —replicó Ozen—, pero sin una Columna se rompe el equilibrio".
"—Me gustabas más con tu nariz original.
—¿Es muy grave? —le preguntó Peter.
Namri se acercó para examinarlo con detenimiento.
—Bueno —le tocó la nariz con suavidad, aunque esto no evitó que Peter sintiera una punzada de dolor—, no está rota, pero sí muy hinchada, y puede ser un problema. En fin, míralo por el lado bueno.
—¿El lado bueno?
—Es la primera vez que no te veo lloriqueando en una pelea".
"—Eres muy listo para tu edad —continuó Peter mientras un latigazo de dolor le recorría la espalda al intentar cruzar los brazos—, pero no lo suficiente como para pillar una ironía.
—En la calle la edad es solo un impedimento. Ser más joven no te hace menos listo, solo más débil".
"Doel se levantó y se estiró, sacando a Peter de sus pensamientos.
—Deberíamos volver ya.
Peter asintió, había perdido la noción del tiempo. Doel lo ayudó a ponerse en pie y sonrió.
—Con tu paso aún tendremos para un rato.
—Te lo compensaré —dijo Peter, girando la cara para impedir que Doel viera las pequeñas lágrimas que asomaban en sus ojos.
—No hace falta —contestó Doel—. Para eso están los amigos".
"—¿Qué sabe un niño olvidado sobre lo que hace un guardia en su día a día? —le preguntó Távoc—. ¿Qué sabe sobre cómo se gestionan las ilegalidades que cometen los ricos? ¿Cómo puede afirmar si hay o no diferencia cuando lo único que ha hecho toda su vida es robar y vivir como una rata? Alguien que solo tiene un punto de vista aporta poco con su opinión.
—Yo no tengo culpa de ser el pobre de la historia.
Távoc asintió antes de hablar.
—Eso también es cierto. El mundo no es justo y tú no tienes la culpa de tus orígenes, como un rico no tiene la culpa de los suyos".
"—El mundo no es justo —repitió Távoc—. Pero, a veces, dentro de tanta injusticia, hay momentos que merecen la pena. Momentos que incluso se pueden considerar puro milagro. Un golpe de suerte. El momento en el que te vi huyendo de los guardias fue uno de ellos. Un chico sin estudios, sin ningún mentor que lo guíe, dominando el Conocimiento y usándolo en su propio cuerpo… es algo increíble.
Khalil prefirió omitir que todas las Columnas de Écer podían hacer aquello. Precisamente, por eso los nombraban Columnas.
—Por eso te ofrezco la posibilidad de salir de las calles y ser uno de mis subordinados. Puedes volver a empezar y hacer algo con tu vida que no sea solo luchar por sobrevivir".
"—Mi alojamiento está cerca de aquí —le dijo Sara mientras veían desaparecer a los Hermitas—. Acompáñame para asegurarnos de que conozcas el sitio exacto.
Khalil seguía inmóvil, dudando todavía sobre lo que debía hacer.
Sara comenzó a andar. Al darse cuenta de que el chico no la seguía, se giró. Távoc ya había desaparecido.
Sara se acercó a Khalil, que aún permanecía inmóvil con la mirada perdida.
—Has tomado una decisión. Sé consecuente con ella y no lo pienses más. Podrás ayudar a mucha más gente y de mejor forma si sales de las calles. No hay nada que pensar".
"—Una cosa…
Khalil entornó los ojos cuando Sara lo sacó de sus pensamientos.
—Es algo importante—insistió ella—. Además, creo que te vendrá bien escucharlo.
—Dime.
—Debes saber que Távoc nunca da explicaciones de sus decisiones. No justifica nada de lo que hace y nadie, salvo el rey Érlik, le pregunta el porqué. No insiste ni discute, solo ordena. Y si algo no funciona a la primera, funcionará igual.
—¿Qué quieres decir?
—He visto cómo reclutaba a otros aspirantes a Inmortales, y nunca había insistido si rechazaban su oferta.
—¿Llamas insistir a lo que ha hecho conmigo?
—Si Távoc te ha insistido es porque hay algo especial en ti —continuó ella haciendo caso omiso de su pregunta—, algo que vale la pena.
Sara lo miró con curiosidad.
—Aunque los demás no veamos nada, puede que estemos delante de un futuro gran guerrero —le dijo sonriendo y levantando las cejas con cierta incredulidad—. Créeme y aprovecha esta oportunidad que la vida te brinda, porque parece que hay algo realmente único en ti".
"—¿Todo bien? —preguntó Ozen sentándose a su lado.
—Como siempre —contestó Nánkert con ironía—. Amanece, que no es poco.
—Hay gente para la que no.
—Por eso mismo debemos ser agradecidos —Nánkert sonrió con tristeza—, aunque todo sea una mierda".
"Los niños olvidados no tenían nada en lo que distraerse cuando se sentían mal. El cariño y el amor era lo único que les permitía seguir siendo humanos en medio de una constante vorágine de supervivencia".
"Una risa juguetona escapó de los labios de Namri al verlo.
—Podemos hacer una cosa —le dijo el niño, y se paró delante de Peter—. A partir de ahora seremos hermanos.
La sorpresa apareció en la cara de Peter.
—Seremos hermanos, y así nunca volveremos a estar solos —Namri se cruzó de brazos mientras terminaba la frase y una sonrisa se apoderaba de su rostro".
"—Ya me lo dijiste el otro día —le comentó Ozen—. Además de llorar un poquito por quiénes somos y bla, bla, bla...
Nánkert esbozó una sonrisa.
—¿Y no estás de acuerdo con eso? —le preguntó.
—Claro que sí, pero quejarse no nos dará nada. Además, aquí el raro eres tú —contestó Ozen—. Parece que te estás dando cuenta de quién eres ahora.
Nánkert asintió con suavidad, con la mirada clavada en las calles.
—¿Se puede saber qué te pasa últimamente? —se quejó Ozen.
Nánkert se levantó, se estiró un momento y miró a su amigo.
—Si queremos un cambio en nuestras vidas, debemos dejar de hacer lo mismo de siempre".
"—Tú no tienes la culpa de la pobreza de los otros —continuó Ozen—. Si te mueres aquí mismo, los demás seguirán igual. No solucionarás nada ni con irte ni con quedarte. Pero sí puedes cambiar lo que te ocurra a ti".
"—Llevo pensándolo desde antes de que consiguieras ese dinero… desde hace años. Y ahora por fin podré luchar por hacer mi sueño realidad.
Ambos amigos se quedaron en silencio unos minutos, perdidos en sus fantasías de un futuro prometedor.
—Parece mentira todo esto —pensó en voz alta Nánkert.
—Nuestra vida empieza ahora —le aseguró Ozen—. Nuestra vida como personas de verdad".
"—Acepto tu oferta, por ahora.
Lionel abrió los brazos al escuchar aquello.
—Claro que sí, muchacho. Aquí no tendrás problemas. Seremos como una gran familia. Yo seré tu tío y tú mi querido sobrino.
—Mi tío me está obligando a quedarme con él, poniéndome contra la espada y la pared".
"—Entiendo —contestó Nánkert, observando a un padre comprar unas manzanas y darle una a su hijo—. Sentiría algo más de lástima si no fuera porque he vivido peor.
—Totalmente comprensible —aceptó Lionel.
Nánkert asintió para sí mismo, sintiendo una leve sensación de culpabilidad recorrer su mente. El ambiente de aquel sitio le recordaba a Karina y a los demás miembros de su clan.
—De todas formas —continuó hablando Lionel— nunca está de más intentar empatizar con la realidad de otras personas.
—Suena a broma viniendo de ti.
—Bueno —Lionel sonrió—. Esto es Pérmyga y en Pérmyga todo son negocios, pero eso no significa que vaya a tratarte como a un perro o a un delincuente solo por tu origen. Ahora estás en una posición distinta. Aprovéchala tanto como te sea posible y no olvides de dónde vienes, porque siempre puedes volver a allí".
"—En lo referente a la pareja de antes —dijo Lionel volviendo al tema mientras se colocaban al final de la fila—, desde lejos es complicado saberlo al cien por cien, pero me apostaría una mano a que hasta la piel de la muchacha es falsa.
—¿Su piel? —preguntó sorprendido—. ¿Te refieres a toda su piel?
—Bueno, su piel, y estoy seguro de que casi el cien por cien de su cuerpo; por lo menos lo que les suele interesar a los hombres —especificó Lionel—. Las mejoras estéticas son asquerosamente caras. En Pérmyga, lo que se haya podido hacer esa chica valdrá más que contratar a un sicario para matar a varias personas. Lo raro de esa pareja es que, pese a ser ella el centro de atención, era él quien hablaba con todo el mundo. Imagínate cuánto dinero debe tener ese joven para que una mujer así esté con él.
Nánkert meditó un instante y sonrió al darse cuenta de que olvidaban un factor importante.
—El amor lo descartamos, ¿no? —preguntó con cierta ironía.
Lionel se limitó a soltar una carcajada tan fuerte que algunas personas se voltearon para mirarlos.
—Recuerda, muchacho: el dinero abunda en Pérmyga y vale más que una vida".
"—Lionel me habló de tus orígenes. Es una pena que no tuvieras una vida adecuada con la que poder exprimir todo tu potencial desde un principio. —Supongo que la vida no es tan fácil como nos gustaría —le contestó Nánkert mientras un destello de recuerdos pasaba por su mente. Recuerdos que intentaba olvidar. La gente de su clan, Ozen y, sobre todo, Karina".
"—Los niños olvidados no somos más que violencia y dolor —continuó Ozen—. Siempre lo supe. Somos basura; y ahora que ya no pertenezco a este mundo, lo veo aún más claro. Solo somos ratas".
Andry Milan Ferreiro
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