sábado, 12 de enero de 2019

Citas: Mi vida en esta galaxia - Carrie Fisher


"Los días felices han vuelto… Entonemos de nuevo una canción alegre".

"Como muchos otros, crecí viendo series televisivas como Mis tres hijos, La familia Partridge y The Real McCoys. Según las vidas que retrataban aquellas series, yo entendía que mi vida era auténtica, pero en otro sentido. Era la única realidad que conocía, pero comparada con la de los demás, incluso con las de la tele, me parecía también un poco surrealista. Más tarde, comprendí también que mi versión de la realidad tendía a separarme de los demás. Y cuando eres joven, lo que quieres es integrarte".

"Vuelvo después de mis tres semanas de tratamiento de TEC y descubro que no sólo soy esta criatura llamada princesa Leia sino también unas muñecas de varios tamaños, camisetas y pósteres diversos, productos de limpieza y un montón de artículos más de merchandising. Resulta que era incluso una chica dé calendario, una fantasía con la que se masturbaban con frecuencia los obsesos quinceañeros empollones de medio mundo. ¡No está mal para una damisela recién nacida cuyos apuros no son cinematográficos!
Por ejemplo, una tarde en Berkeley entré en una joyería y el dependiente que estaba tras el mostrador me dijo:
—Dios mío, pero si eres…
Antes de que fuera más lejos, contesté con modestia:
—Sí, soy yo.
—¡Dios mío, pensé en ti todos los días entre los doce y los veintidós años!
En vez de preguntarle qué había pasado a los veintidós, le dije:
—¿Todos los días?
Se encogió de hombros y añadió:
—Bueno, cuatro veces al día.
Esto me pasa por preguntar demasiado".

"Algunos de mis recuerdos no volverán nunca. Se han perdido, al igual que el sentimiento paralizante de fracaso y desesperanza".

"Lo hago porque suelo sentirme mejor al descubrir que no estamos solos, sino que muchos sufren como nosotros".

"Quizá ahora es un momento tan bueno como cualquier otro para compartir con vosotros el mensaje que tengo en mi contestador, obra de mi amigo Garrett.
«Hola, bienvenido al buzón de voz de Carrie Fisher. Debido a la reciente terapia electroconvulsiva, presta especial atención a las siguientes opciones. Deja tu nombre, número y una breve historia de por qué te conoce Carrie, y ella te llamará si eso le refresca la poca memoria que le queda. Gracias por llamar y que tengas un buen día»".

"Cuando murió Greg, mi amigo Dave me dijo: «Cariño, esto es como una patada en el culo».
Y yo le contesté: «Si pudiera aislar el dolor y se quedara sólo en el culo, sería fantástico».
Y Dave añadió: «Bien, concentrémonos en eso»".

"Porque, un año más tarde, Mike Todd despegó con su avión particular una noche de tormenta y a la mañana siguiente Elizabeth era viuda. Como era de esperar, mi padre acudió al lado de Elizabeth hasta situarse poco a poco frente a ella. Primero le enjugó las lágrimas con un pañuelo, luego la consoló con flores y, finalmente, la consoló con sexo".

"Recapitulemos. Eddie y Debbie nos tienen a mí y a mi hermano Todd. Yo me hago mayor, más o menos, y me caso con Paul Simon. Paul es un cantante judío bajito. Eddie Fisher es un cantante judío bajito. Cantante. Judío. Bajito.
¿Alguna pregunta?".

"—Mamá, a ver, ¿te puedo decir una cosa…?
Mi madre me interrumpió diciendo:
—Estoy en el hospital con tu hermano. Se ha pegado un tiro en la pierna con una bala de fogueo.
—¿Quéee? —contesté.
—Se pondrá bien —continuó—. Le están operando para limpiar la pólvora de la herida. Ha tenido mucha suerte. Unos centímetros más arriba y…
—¿Se podía haber volado el pene?
—Cariño, por favor, esa palabra".

"Menciono a mi abuela porque cuando mi madre tenía siete años la encerró en el armario, por no acabarse la cena o no hacer los deberes. (Por cierto, quien contaba esta historia era mi abuela). Tras permanecer encerrada durante una hora, mi madre le pidió a mi abuela un vaso de agua. Naturalmente, mi abuela le preguntó por qué, Y mi madre contestó: «Porque ya he escupido en todos tus vestidos y se me ha acabado la saliva. Ahora me gustaría escupir en tus zapatos»".

"Si tienes una vida como la mía, estas experiencias se van acumulando hasta que te conviertes en una «superviviente». Es una palabra que odio. Pero el caso es que cuando eres una Superviviente, admites a regañadientes que lo eres (¡quién no lo es después de los cuarenta!); cuando eres una superviviente, si quieres ser una superviviente realmente buena, tienes que seguir metiéndote en líos para exhibir tu talento".

"Hace cuarenta y tres años, George Lucas arruinó mi vida. Lo digo de la manera más cariñosa posible".

"Recordareis el vestido blanco que llevaba durante toda la primera película, (A menos que no hayáis visto La guerra de las galaxias, en cuyo caso, ¿cómo es que no habéis cerrado ya el libro?).
Pues George Lucas llega el primer día de rodaje, echa un vistazo a mi vestido y me dice:
—No puedes llevar sujetador con este vestido.
—De acuerdo. Explícame por qué —respondí.
—Porque… en el espacio no existe la ropa interior".

"Durante esa época me llamaron de mi despacho para decirme que Bob Dylan quería mi número de teléfono.
Yo dije: «Iros a la mierda. Que ese acosador no se me acerque. No quiero más iconos de los sesenta arruinándome la vida».
Eso es lo que dije en mi cabeza.
Lo que salió de mi boca fue: «Por supuesto. Estaré esperando junto al teléfono»".

"Uno de entre las docenas de psiquiatras que me han tratado me dijo una vez que es importante ser capaz de distinguir entre un problema y un inconveniente. Un problema hace que tu vida descarrile, mientras que un inconveniente es no encontrar un buen asiento en el tren que no ha descarrilado".

"No nos engañemos. El mundo del sexo es raro lo mires por donde lo mires. O sea, catorce horas después de tener la cara aplastada en los genitales de otro, paseas por la calle con el chico como si todo fuera «¡Bien, gracias!, ¿y tú qué tal?»".

"Me estaba recuperando de la separación de Paul cuando conocí a Bryan (una semana después), pero Bryan es muy, pero que muy atractivo.
Cuando lo conocí, tenía pelo. De hecho, ése es otro de mis logros.
Consigo que se les caiga el pelo y que se vuelvan gays. Y listos".

"Pero mi madre estuvo fantástica conmigo durante esos días. No sé cómo explicarlo, mi madre… es
como una madre para mí y, además, me dijo una cosa genial.
Me dijo: «¿Sabes, cariño?, en nuestra familia hemos tenido todo tipo de hombres: ladrones de caballos, alcohólicos y bandidos solitarios. ¡Pero éste es nuestro primer homosexual!»".

"¿Cómo era posible avanzar con destino a la muerte si ése no había sido mi destino original? Era como tropezar y estar a punto de caerse en la propia tumba. Mi única intención era sentirme mejor, es decir, no sentir nada".

"«Yo tengo problemas, pero los problemas no me tienen a mí»".

"Pero lo que hacen, con intención de (creo) suavizar el golpe de esta nueva e incómoda manera de verte a ti misma, es darte una lista de otras personas famosas y de mucho talento que también han luchado contra (y disfrutado de) el alcoholismo.
En la lista estaban:

Scott Fitzgerald
Mel Gibson
Dylan Thomas
Irlanda
Rush Limbaugh
Lindsay Lohan
Rusia
George W. Bush".

"Y cuando me dijeron que era maníaco-depresiva, me esperaba otra lista:

Abraham Lincoln, que escribió el discurso de Gettysburg en cuatro horas (a una velocidad maníaca). 
Winston Churchill, que se refería a sus depresiones como «el perro negro».
Corea.
Kristy McNichol e Isaac Newton (que, en mi opinión, harían una pareja estupenda).
Mark Twain.
San Francisco de Asís.
Santa Teresa de Jesús.
Jonathan Winters.
Brittany Spears, pobrecilla.
George W. Bush.

Por supuesto, después de leer esta lista me sentí llena de energía, aunque ése sólo es otro de mis síntomas".

"Unos años antes, me hallaba en Londres camino de la boda de mi madre. (No me gusta perderme ninguna de las bodas de mis padres). Me llamó al hotel en el que me alojaba y, como no contesté el teléfono, se inquietó, algo totalmente comprensible.
Dejó el teléfono sonar y sonar, hasta que finalmente fue presa del pánico. Sabía que yo estaba en mi habitación y para ella la única razón que podía explicar que no atendiese el teléfono era que me había tomado una sobredosis. Así que hizo lo que haría cualquier madre normal preocupada por la salud de su hija.
Llamó a Ava Gardner.
Le pidió a Ava que fuera al hotel e hiciera que el conserje le abriera la puerta de mi habitación para comprobar que yo no estaba muerta".

"Cuando empecé a cocinar mi madre alucinó. Era como si estuviera incumpliendo un código de la familia, un credo. Cosas que yo ni sabía que teníamos.
Soltaba frases tipo: «Carrie está en la cocina. Y está… cocinando».
Como si estuviera diciendo: «Está afeitándose la cabeza». Porque vaya una cosa rara que hacer en la cocina, ¿verdad?".

"Una vez oí decir a alguien que muchos de nosotros sólo somos capaces de encontrar el cielo huyendo del infierno. Y pese a que el lugar al que he llegado en mi vida no es precisamente la idea que muchos tienen del cielo, juraría que en muchas ocasiones, si me quedo muy quieta sin hacer ruido, oigo a los ángeles cantar.
O es eso, o es que me he vuelto a equivocar con la medicación".

"También busco a alguien a quien querer, cuidar, abrumar y desilusionar, especialmente desilusionar, que me parece muy erótico".

"«El resentimiento es como ingerir un veneno y esperar que sea otra persona quien se muera.»"

"Parte de lo que me ha hecho más sabia procede de mi abuela materna, la que cerraba los armarios con llave, que me decía: «La mosca tiene las mismas posibilidades de aterrizar sobre mierda que sobre una tarta». (Eso parece cierto).
También me decía: «¡Llora todo lo que quieras, mearás menos!». (Esto no sé si es cierto)".

"Una de las cosas que me frustran (y hay unas cuantas) es cómo sigue estando estigmatizada la enfermedad mental, y en particular el trastorno bipolar. En mi opinión, para vivir con trastorno bipolar hay que ser muy valiente. Es como que te destinen a Afganistán, aunque en este caso las balas y las bombas vienen de dentro".




Carrie Fisher

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