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A la hora prevista
"Toda su entereza se esfumó, sus facciones se reblandecieron de golpe para volver a endurecerse casi al instante, sus piernas flaquearon. El hombre lo notó y antes que pudiera caer lo sostuvo de un brazo. Se dio cuenta que era un cobarde y no le importaba en lo más mínimo, lo miró suplicante pero el guardia, el muy miserable, desvió rápidamente la mirada".
Nébel está loca
"A veces se duerme en mi brazo y termina entumecido; no me animo a moverla porque se despierta idiota... otra veces, cuando estoy descuidado, se acerca por detrás y me recita mi parte favorita de "La meningitis y su sombra": [...] Y cuando sane y no tenga más delirio ¿me querrás todavía?"
"La veo silbando y llenándose de saliva el mentón mientras delicadamente pasa el plumero para no lastimar el lomo de los libros. Veo el amor que le pone y me digo ¡qué suerte que esté loca! La miro y me doy cuenta que el amor y la felicidad cambian el rostro más nunca se van".
2°A
"Cuando subió el auto se le cayó la llave de arranque. Al levantarla, notó que le faltaba una media, le dio gracia, no se había percatado del sudor en la planta del pie. Como tenía todo el día por delante, volvió al departamento, abrió silenciosamente la puerta y... no vio nada. No había nada, ni muebles, ni mujer dormida, ni platos sucios, ni nada. Un departamento vacío esperando ser habitado. Se rascó el pecho pensativamente, concluyó que era el piso equivocado aunque estaba seguro que era el 2°".
"Fue hacía el baño envuelto en una sensación de irrealidad cada vez más fuerte. Esta vez no hubo espejo que le devolviese la mirada así que se dirigió al balcón donde no vio las macetas colgantes ni las sillas plegables donde nacieron los primeros besos".
Tarde de domingo
"45 años compartidos, 20 años él, 22 ella cuando se casaron y un escándalo que no alcanzaron a comprender del todo. Tantas vidas en una vida".
Ausencia
"Llenar mi ausencia con historias, de esas que tienen otro final, donde el deseo siempre triunfa y la melancolía es solo parte del nudo".
Ojos de gato
"Lo demás es historia: unas preguntas bobas, un roce secreto, un contacto disimulado y todos los mensajes estúpidos del mundo. Un flash.
Y de repente... de repente esos ojazos dejaron de mirarme, como cuando empiezan los créditos de las películas, te levantas y te vas aun ningún agradecimiento a esos tipos que hicieron tu vida una fantasía durante hora y media. La guardas en el fondo del cerebro y a otra cosa. Así me archivaron esos ojos".
"Y esos ojos que mirarán para otros lados, que se convertirán en ojos de doncella en las barbas indicadas, esos ojos no necesitan reyezuelos, necesitan ternura y libertad, varios metros de espacio y toda la paciencia del mundo".
"La esperanza de que salgan a relucir alguna vez queda pero no me engaño, esos ojos no son para mí o no como yo lo quiero por lo que con un "hola y adiós" dejo mi media sonrisa y salgo a buscar ese faro que convierta mis ojos de huérfano en ojos de enamorados".
Me senté cómodamente
"Qué se yo, capaz son excusas. Tal vez busqué el primer conflicto en puerta para decidir que no tenia el tiempo de escribir y así fue que la colección de cucarachas quedó sin un cajón donde dormir".
Mariana
"Me quitaste tu presencia, tus abrazos y tu pasado. Me quitaste el saludos cuando decidiste que no podías manejar la situación. Me quitaste varias historias sin escribir".
"Me ofreciste la historia más tierna que pude (puedo) merecer. Me ofreciste dos abrazos, un par de caricias y las ganas de fundirnos en un beso. Me ofreciste amor propio, ganas de recuperarme y la visión de un mañana mejor. Me ofreciste esperanzas".
Valentina (d)el viento
"No te esperaba, no sabía cómo serías por una simple razón: nunca te vi en mi vida como algo posible.
Como el viento sorpresivo que sopla en verano y, din previo aviso, se asocia con la lluvia y empiezan un baile que arrasa con todo".
"Recuerdo el primer contacto que tuve, que tuvimos, perdón, con vos.
María Laura me miró con unos ojos grandotes y húmedos mostrándome tu fotografía:
—Mirá, es Valentina.
Velentina, que nombre tan adecuado, Valentina (d)el viento. Que viento tan hermosamente... cruel".
"El amor eras vos, el amor era tu puñito cerrado, tus ojitos ceñidos y tu garganta dando un grito de libertad que recorría el mundo en 60 centímetros de carne rosada.
El viento llegó y lo revolvió todo. Se metió en todos y casa uno de nuestros espacios sin dejar nada para después. Viento huracanado, furioso, apurado".
"Valentina (d)el viento. Fuiste el viento que vino a revolver cada una de mis moléculas con su sola presencia risueña, con sus grititos de amor, fuiste viento y raíz".
Charlas de un sábado por la mañana en el desayuno
"—¿Qué te va a pasar si un día me voy detrás del sol? —me preguntaste a quemarropa. Así, desprevenido. Yo estaba en otra, ocupándome de las cosas que se ocupan los grandes: las cuentas, llegar a fin del mes, planchar la corbata. En tonteras.
Te mire a punto de mandarte a la mierda y vi en tus ojos la sabiduría infinita del que está lejos de una cuenta vencida , me desarmaste".
El dolor
"El dolor es sabio, sabe dónde, cómo y cuándo hacerme escribir. Sabe que sé. Se aprovecha de mí, me posibilita darle color, textura y forma".
Amancay
"Era Anyelén, me soltó en una oración atropellada "holavengodepasadaestaesAmancay" y eso fue mi perdición. La vi y la amé con todo mi ser de entrada, de manera fulminante: amor a primera vista, le dicen. Ya no quise tener más el corazón desierto".
"Cuando la saludé, supe que ya no se iría más de mis pensamientos.
Acerté, no puedo pasar más de 5 días aunque más no sea sin saludarla de lejos".
Angel Ramón
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