![]() |
| x |
"Entendía lo que desde fuera nunca se ve. Que para quebrar el silencio, para gritar, el único camino es el naufragio. Que combatirlo significa el fracaso absoluto".
"De esas humillaciones Adán empezaría a conocer la soledad, esa sombra que lo dejaba alicaído y plantaba las primeras semillas de la desconfianza.
Nadie salió a defenderlo, jamás".
"Llevaba muchos más sin derramar ninguna lágrima, ya ni recordaba cuándo. Se sentía muerto por dentro y pensó «yo tampoco quiero volver a casa». Lo quiso decir en voz alta, pero sus labios estaban sellados al igual que sus lacrimales secos. Vacío, sin más.
Insensibilizado, pues había tanto dolor mezclado que se había convertido en un pozo sin fondo.
El sol apareció a la mañana siguiente sin que él hubiera podido cerrar los ojos.
Se había dado cuenta de lo mucho que deseaba poder llorar, poder chillar, pedir ayuda, confesarse. Pero estaba dividido, roto. Su razón quería, su corazón no. Todas esas emociones ocultas lo paralizaban otra vez y lo dejaban hueco por dentro".
"Al llegar al instituto todo cambiaría. Para muchos esa sería de las mejores etapas de su vida, mientras que Adán, que todavía se lamía las heridas de lo sucedido —¿qué suceso, exactamente? Eran ya demasiados como para identificar de dónde provenía cada lesión—, se adentraría en un pozo sin fondo, oscuro y lleno de pesimismo".
"Trece veranos contaba ya el muchacho, trece inviernos, trece infiernos".
"Dicen que los ojos son el reflejo del alma. Que cada uno tiene una aura marcada por sus experiencias y que somos acnés, sin darnos cuenta, a aquellos que sintonizan con nuestra misma energía. Se podría explicar de mil formas: que se reconoce el dolor, que se empatiza mejor cuando la angustia es parecida, que el patrón que formamos en nuestra conducta no verbal se reconoce con los que experimentan nuestras mismas circunstancias, etc.
El caso es que aquellos tres jóvenes llevaban juntos desde que tenían memoria y nunca se habían percatado del lazo que los unía, de que su profunda amistad se debía no solo a los años compartidos, sino a las vivencias que cada uno callaba, pero que compartían con tal solo mirarse".
"—Sé lo de tu amigo —soltó de repente—. Lo sabe toda la familia y ni una palabra han dicho. Lo borran porque las cosas feas no las quieren".
Victoria Guarinos


