lunes, 14 de febrero de 2022

Citas: Contra el viento del norte - Daniel Glattauer


 
"Seis minutos después
Fw:


Le deseo unas felices fiestas y me alegro por usted, pues tiene por delante uno de los ochenta mejores años de su vida. Si llega a abonarse a los días  malos, no dude en escribirme —por error— para que la dé de baja.
Leo Leike".

"Ha sido muy agradable conversar con usted. Creo que mal que bien todas las preguntas han  sido respondidas.
Si por casualidad vuelve usted a perderse por mi dirección, me  alegraré. Eso sí, por  favor: anule de una vez la suscripción a Like, que ese asunto ya me  está sacando de quicio. ¿O quiere que lo haga yo?
Un saludo afectuoso.
Leo Leike".

"Tres días después
Asunto: Falta algo


Querido Leo:

Cuando pasan tres días sin que me escriba, siento dos cosas: 1) me extraña mucho, 2) echo en falta algo. Ambas cosas son desagradables. ¡Póngales remedio!
Emmi".

"Al día siguiente
Asunto: ¡Por fin lo he enviado!

Querida Emmi:

En mi defensa alego que te he escrito a diario, pero no he enviado ninguno de los mensajes, los he borrado todos. Es que he llegado a un punto delicado  en nuestro diálogo. Esa tal Emmi que calza un 37 empieza a interesarme más de lo  que corresponde al contexto en el que converso con ella. Y cuando esa tal  Emmi que calza un 37 afirma de antemano: «Es probable que no nos veamos nunca», desde luego tiene toda la razón y comparto su opinión. Me parece muy pero que muy sensato partir de la base de que no se producirá ningún encuentro entre nosotros. Es que no quiero que la conversación que mantenemos aquí descienda al nivel de los escarceos propios de los anuncios de contactos y de las salas de chat.
Bien, ahora enviaré de una vez este mensaje, para que ella, esa tal Emmi que calza un 37, tenga cuando menos algo de mí en el buzón. (Este texto no es fascinante, lo sé, pero es sólo un fragmento de lo que quería escribirte.)
Un saludo cariñoso,
Leo".

"Al día siguiente
Sin asunto


Querida Emmi:

¿Has notado que no sabemos absolutamente nada el uno del otro? Creamos personajes virtuales, confeccionamos irreales retratos robot el uno del otro.
Formulamos preguntas cuyo atractivo reside en que quedan sin respuesta. Pues sí, nos dedicamos a despertar la curiosidad del otro y a seguir alimentándola al no satisfacerla de manera definitiva. Intentamos leer entre líneas, entre palabras, y pronto entre letras tal vez. Hacemos grandes esfuerzos por juzgar bien  al otro. Y al mismo tiempo nos preocupamos de no desvelar nada  importante de nosotros mismos".

"Por lo que a mí respecta —y aquí llego a mi confesión—, me interesas muchísimo, querida Emmi. La verdad no sé por qué, pero sí sé que se debe a algún motivo especial. Y también sé lo absurdo que es este interés. No resistiría un encuentro, no importa tu aspecto, tu edad, cuánto delconsiderable encanto de tus mensajes pudiera traerse a una posible cita, y cuánta de la gracia con la que escribes tengas también en las cuerdas vocales, en las comisuras de la boca y en las aletas de la nariz. Sospecho que este «tremendo interés» se alimenta única y exclusivamente de la bandeja de entrada. Es probable que todo intento de dejarlo salir de allí fracase demodo lastimoso".

"Te ahorraré los detalles de nuestra relación. Lo mejor de todo siempre era volver a empezar. Como a los dos nos apasionaba tanto volver a empezar, lo hacíamos cada dos meses. Cada uno era para el otro «el gran amor de su vida», pero nunca cuando estábamos juntos, sólo mientras nos esforzábamos por volver a estarlo".

"Dos días después
Asunto: Amable correo de Emmi


¡Hola, Emmi!
No sabes qué sensación tan maravillosa es regresar de un agotador seminario en Bucarest —una ciudad no precisamente colmada de  atractivos y más bien modesta en colores—, en lo que allí de manera perversa tienden a llamar también primavera (temporales de nieve, heladas, etc.), encender de inmediato el ordenador, abrir el buzón y, en una maraña de quinientos despiadados emisores de correos que van de lo superfluo a lo miserable, encontrar cuatro mensajes de la señora Rothner, una mujer tan valorada por su facilidad de palabra, su estilo y sus programas por puntos. Se alegra uno como un oso gris rumano en progresivo proceso de descongelación, porque por fin podrá leer unas cuantas frases amables, sensibles, divertidas,cariñosas. Abre eufórico el primer mensaje… ¿y con qué palabra tropiezan sus dos ojos al mismo tiempo?: CABRÓN. Pues muchas gracias por el recibimiento".

"Diez minutos después
Re:


Maestro Leo:

Me vuelve loca que estés tan seguro de saber cómo soy. Es bastante impertinente por tu parte. (Ya está. Alguna vez tenía que decírtelo.) Otra pregunta: cuando contemplas esa nítida fantasía de mí, Leo, ¿al menos te gusta?

Ocho minutos después
Fw:


Gustar, gustar, gustar. ¿Es realmente tan importante eso?

Cinco minutos después
Re:


Sí, importantísimo, señor teólogo moral. Al menos para mí. Me gusta: 1) que megusten, y: 2) gustar.

Siete minutos después
Fw:


¿No basta con: 3) gustarte a ti misma?

11 minutos después
Re:


No, soy demasiado vanidosa para eso. Además, es un poco más fácil gustarte a ti mismo cuando les gustas a los demás. Probablemente tú quieres: 4) gustarle sólo a tu bandeja de entrada, ¿verdad? Ella es paciente. Ni siquiera necesita cepillarse los dientes. Por cierto, ¿conservas alguno? ¿O eso tampoco es tan importante?

Nueve minutos después
Fw:


Al fin he vuelto a proporcionar estímulo a la circulación sanguínea de Emmi. Para cerrar provisionalmente este tema: mi fantasía de ti me gusta muchísimo. Si no, no pensaría en ella tan a menudo, querida Emmi.

Una hora después
Re:


¿Así que piensas en mí a menudo? Eso está bien. Yo también pienso mucho en ti, Leo. Quizá no deberíamos conocernos. Buenas noches".

"Diez minutos después
Re:


Acaba de venirme algo a la memoria: ¿qué ha sido de nuestro juego de la cita y el reconocimiento? ¿Ya no te apetece? ¿Debo preocuparme en serio por esa fulana trasnochada del bar de felpa? Bueno, ¿qué te parece pasado mañana, domingo 25 de marzo, a partir de las tres de la tarde, en el abarrotado café Huber? 
¡Hagámoslo!
Emmi

20 minutos después
Fw:


¡Pues claro, querida Emmi! Será un placer reconocerte. Pero el próximo fin de semana lo tengo todo ocupado. Mañana por la tarde me voy a Praga tres días por motivos estrictamente «personales» como quien dice. Pero con mucho gusto podemos entregarnos a nuestro juego de sociedad el domingo siguiente.

Un minuto después
Re:


¿A PRAGA CON QUIÉN?

Dos minutos después
Fw:


Que no, Emmi, de verdad".

"Tres minutos después
Re:


¿Llevas pijama?
Buenas noches,
E.

Dos minutos después
Fw:


¿Acaso tú duermes desnuda?
Buenas noches,
L.

Cuatro minutos después
Re:


¡Vaya, maestro Leo, esa pregunta ha sido verdaderamente erótica! No te creía capaz. Para no destruir esta excitante tensión que de repente ha surgido entre nosotros, será mejor que desista de preguntar cómo es tu pijama.
¡Así que buenas noches y que lo pases bien en Praga!

50 segundos después
Fw:

Y bien, ¿duermes desnuda?

Un minuto después
Re:


Realmente quieres saberlo… Digamos, en exclusiva para tu mundo imaginario, querido Leo, que depende de con quién.
¡Que disfrutes Praga de a dos!
Emmi".

"Un día después
Sin asunto


Para que tengas tres mensajes míos en tu bandeja de entrada.
Saludos cariñosos,
Leo
(Ayer me compré un pijama nuevo especialmente para ti, o al menos pensando en ti.)"

"Tres horas después
Fw:


¿Ya no me escribes?

Dos horas después
Fw:


¿Aún no puedes escribirme o ya no quieres escribirme?

Dos horas y media después
Fw:


Puedo cambiar el pijama nuevo, si es ése el problema".

"Seamos honestos, Leo: yo soy para ti una fantasía, lo único real en ella son unas letras que puedes poner en un contexto sonoro con ayuda de la psicología del lenguaje. Para ti soy como sexo telefónico, pero sin sexo y sin teléfono. O sea: sexo electrónico, pero sin sexo y sin imágenes para descargar. Y tú eres para mí puro juego, una agencia de reciclaje del coqueteo. Contigo puedo hacer lo que me falta: puedo vivir los primeros pasos de un acercamiento (sin necesidad de acercarme realmente)".

"Al día siguiente
Asunto: Encuentro


Querida Emmi:

¿Y si al menos llevamos a término nuestro «encuentro de identificación»? Es probable que luego nos resulte un poco más fácil renunciar al «acercamiento que no puede ser». Emmi, no puedo dejar de pensar en ti sólo con dejar de escribirte y de esperar mensajes tuyos. Me parece tan trivial y pragmático… ¡Hagamos nuestra prueba! ¿Qué dices?
Saludos cariñosos,
Leo
(Mi pijama nuevo no puede describirse, hay que verlo y tocarlo)".

"Una hora después
Re:


Otra pregunta, Leo, antes de que acabemos nuestro juego de pareja tan sabiamente como lo empezamos: ¿cuál de las tres Emmi le gustaría más a tu hermana, mejor dicho, cuál cree ella que soy?

Diez minutos después
Fw:


De una de las tres opinó: «¡Ésa podría ser!». De otra dijo: «¡Debe de ser ésa!». Y de una tercera afirmó: «¡De ésa te enamorarías tú!».

30 segundos después
Re:


¿DE CUÁL TE ENAMORARÍAS?

40 segundos después
Fw:


Querida Emmi:

Ten por seguro que eso no te lo diré JAMÁS. No te molestes en tratar de sacármelo. Buenas noches. Gracias por este apasionante «juego». Me caes muy bien, Emmi.
Leo

25 segundos después
Re:


De la rubia de pechos grandes, ¿verdad?

50 segundos después
Fw:


No insistas, querida Emmi.

Un minuto después
Re:


Una evasiva también es una respuesta. Es la rubia de pechos grandes, pues".

"A la tarde siguiente
Asunto: Un mal día


Querido Leo:

¿Has tenido un buen día hoy? Yo no. Buenas tardes, buenas noches.
Emmi
(Por cierto: ¿en cuál de las tres Emmi piensas ahora cuando piensas en Emmi? Si es que sigues pensando en mí, y espero que así sea.)

Tres horas y media después
Fw:


Cuando pienso en Emmi, no pienso en ninguna de las tres Emmi que describió mi hermana, sino en la cuarta, la mía. Y sí, claro que sigo pensando en Emmi. ¿Por qué no has tenido un buen día? ¿Qué ha tenido de malo? Buenas noches, buenos días,
Leo".

"Te diré algo, Leo: creo que deberíamos dejarlo. Estoy volviéndome adicta a ti".

"45 minutos después
Fw:


Emmi:
Hablas de sexo continuamente. Ya es patológico".

"A medianoche
Sin asunto


Querida Emmi:

Aquí está Leo, que te desea una maravillosa medianoche, a solas los dos, exclusivamente para nosotros. ¿Puedo abrazarte, Emmi? ¿Puedo darte un beso, Emmi? Te doy un beso. Bien, ahora bebamos. ¿Qué bebes? Yo, un Sauvignon Visintini, Colli Orientali del Friuli, cosecha 2003. ¿Y tú? Escríbeme ahora mismo, Emmi, pero ahora mismo, ¿vale? ¿Qué bebe Emmi? Yo bebo vino blanco.

Un minuto después
Re:

¡¡¡Pero no es la primera copa, Leo!!!".

"50 minutos después
Fw:


Eres muy severa, Emmi. No seas tan severa. No quiero un café. Quiero a Emmi.
Ven a casa. Bebamos otra copita de vino. Podemos tener los ojos vendados, como en la película. No recuerdo cómo se llamaba la película, tendría que 
pensar. Me encantaría besarte. Me da igual qué aspecto tengas. Me he enamorado de tus palabras.
Puedes escribir lo que te apetezca. Puedes ser severa si quieres. Me gusta todo".

"Emmi, voy a enviar esto. Te mando un beso. Y otro beso. Y otro beso. Y otro beso. Da igual quién seas. Siento nostalgia de intimidad".

"Quiero besar a Emmi. Estoy un poco borracho, perdona. Voy a enviar esto. Luego me iré a dormir. Te mando un beso de buenas noches. Es una pena que estés casada. Creo que hubiéramos hecho buena pareja. Emmi. Emmi. Emmi. Me gusta escribir Emmi.
Una vez el dedo corazón izquierdo, dos veces el dedo índice derecho, y otra vez, dos hileras por encima, el dedo corazón derecho. EMMI. Podría escribir mil veces Emmi. Escribir Emmi es besar a Emmi. Vámonos a dormir, Emmi".

"Cinco horas después
Fw:


Querida Emmi:

Son las diez de la noche. ¿Quieres venir a casa? Te pago el taxi. 
(Vivo en las afueras.)
Leo

Dos horas escasas después
Re:


¡Pero, hombre…! Ahora son las 23.43, Leo. ¿Sigues soñando o ya estás durmiendo? Si no, te pregunto:
1) ¿De veras querías que fuera a tu casa?
2) ¿Aún quieres que vaya a tu casa?
3) ¿Por casualidad no estás «un poco borracho» otra vez?
4) ¿Qué te figuras que haríamos si fuera a tu casa?

Cinco minutos después
Fw:


Querida Emmi:

1) Sí.
2) Sí.
3) No.
4) Lo que surja.

Tres minutos después
Re:


Querido Leo:

1) Ya.
2) Ya.
3) Bien.
4) ¿Lo que surja? Siempre surge lo que uno desea que surja. Pues bien, ¿tú qué quieres que surja?".

"Un día después
Asunto: ¿Problemas de software?

¿Leo? ¡Te toca a ti!

Tres días después
Asunto: Pausa


Querida Emmi: Sólo te escribo para que sepas que no es que haya dejado de escribirte. En cuanto vuelva a saber QUÉ podría escribirte, te escribiré. De momento estoy recogiendo las moléculas esquizofrénicas en las que he sido descompuesto en los últimos días. Cuando logre reunir las partículas, daré señales de vida. Me rondas por la cabeza sin parar, Emmi. Te echo de menos. Te añoro. Leo tus mensajes varias veces al día.
Leo".

"50 segundos después
Re:


¡Lo que quiero son mensajes! (Pero no como este último.)

Un minuto y medio después
Fw:


A veces no se pueden elegir".

"Cinco horas después
Re:


¿Has vuelto ya del teatro? Hoy no puedo dormir. ¿Te he hablado alguna  vez del viento del norte? No me sienta bien el viento del norte cuando tengo la ventana abierta. Sería bueno que me escribieras unas palabras más. Escribe simplemente: pues cierra la ventana. Entonces te contestaré: con la ventana cerrada no puedo dormir".

"Un minuto después
Fw:


Ahora que sople el viento del norte todo lo que le dé la gana.

45 segundos después
Re:


Leo, te estimo mucho, mucho. Eres bueno contra el viento del norte.

30 segundos después
Fw:


Yo también te estimo mucho, Emmi.
Buenas noches".

"Dos días después
Sin asunto


Querida Emmi:

Uno se siente bastante desgraciado cuando le dejan dos días en el aire como tú a mí. Por eso te invito amablemente a contestarme. Tírame por los suelos si quieres, pero no me dejes colgado.
Muy atentamente,
Leo".

"Cuatro minutos después
Re:


Leo, el vacilante, está de nuevo en su elemento: «Creo que», «tendría  que», «ir frenando», «alguna vez». ¿Te divierte hacerme partícipe de los  retrocesos que anuncias con timidez? Hazme un favor, Leo: si vas a frenar, ¡frena  como es debido! Y sin atormentarme a mí: con tanto «creo que», «tendría que», «ir frenando», «alguna vez»… ¡Creo que me estoy hartando!

Tres minutos después
Fw:


De acuerdo, voy a frenar.

40 segundos después
Re:


Por fin.

35 segundos después
Fw:


Ya estoy frenando.

25 segundos después
Re:


¿Y?

Dos minutos después
Fw
:

Aún no lo sé. Estoy esperando a que nos detengamos.

25 segundos después
Re:


Pues acabamos de detenernos. ¡Buenas noches!".

"Dos días después
Sin asunto


Es muy triste, Emmi, ya no tenemos nada que decirnos.

Diez minutos después
Re:


Tal vez nunca hemos tenido nada que decirnos.

Ocho minutos después
Fw:


Sin embargo, hemos hablado de lo lindo".

"Cinco horas después
Fw:


¿Quieres que lo dejemos del todo?

Tres minutos después
Re:


De todos modos, ya lo hemos hecho.

50 segundos después
Fw
:

Sabes muy bien cómo deprimir a alguien".

"Dos horas después
Re:


Algo más antes de marcharme, Leo. ¡Pero sé sincero, por favor! ¿Has perdido el interés por mí?

Cinco minutos después
Fw:


¿De veras quieres que sea sincero?

Ocho minutos después
Re:


Sí, de veras. Sincero y rápido. Tengo que llevar a Jonas a que le quiten la escayola.

50 segundos después
Fw:


Cuando veo que llega un mensaje tuyo, me palpita el corazón. Hoy, ayer  y hace siete meses".

"Cinco horas y media después
Re:


¡Eh, Leo! ¿Te he dejado sin habla?

Cinco minutos después
Fw:


No, Emmi. Es que estoy pensando.

Diez minutos después
Re:


Eso no puede ser nada bueno. Sé exactamente en qué estás pensando. 
¡Venga, Leo, encontrémonos! No desaprovechemos este momento tan oportuno, que tal vez sea el último. ¿Qué arriesgas? ¿Qué tienes que perder?

Dos minutos después
Fw:


1) A ti.
2) A mí.
3) A nosotros".

"Dos minutos después
Fw:


Me he quedado sin habla, Emmi. Quiero decir: estoy sorprendido. Te imaginaba completamente distinta. Dime: ¿realmente hablas así siempre? ¿O has impostado la voz?

45 segundos después
Re:


¿Cómo hablo?

Un minuto después
Fw:


¡De un modo tremendamente erótico! Como la presentadora de un programa de sexo".

"12 minutos después
Fw:

¡No te vayas a la cama todavía, Emmi! Aún estoy despierto, estoy bien. 
¡Ven a mi casa, Emmi! Tomemos otra copa. Susúrrame al oído «whisky, whisky, whisky». Di: «Ombligo». Y señálatelo. ¡Conque éste es el famoso ombligo de la famosa Emmi!, diré yo. Te lo prometo: sólo te pasaré el brazo por encima del hombro. 
Sólo un abrazo. Sólo un beso. Sólo un par de besos, nada más. Besos totalmente inofensivos.
Necesito saber cómo hueles, Emmi. Tengo tu voz en la cabeza, ahora necesito tu olor en la nariz. Hablo en serio, Emmi: ven a mi casa. Te pago el taxi. 
Ah…, no, tú no quieres. Es igual, ya pagará alguien el taxi. Hochleitnergasse 17, ático 15. Ven a mi casa. ¿O quieres que vaya yo a la tuya? También puedo ir yo. Olerte tan sólo una vez.
Besarte tan sólo una vez. Nada de sexo. Estás casada, ¡por desgracia! 
Nada de sexo, lo prometo. Lo prometo, Bernhard. Sólo quiero oler tu piel, Emmi. No quiero saber qué aspecto tienes. No encendamos las luces. Completamente a oscuras. 
Sólo un par de besos, Emmi. ¿Es algo malo? ¿Es infidelidad? ¿Qué es infidelidad? ¿Un correo electrónico? ¿O una voz? ¿O un olor? ¿O un beso? Quiero estar contigo ahora.
Quiero que nos abracemos. Pasar una noche con Emmi, sólo una. Yo cierro los ojos.
No necesito saber cómo es. Sólo necesito olerla y besarla y tocarla, muy cerca. Río de felicidad. ¿Eso es infidelidad, Emmi?".

"Un minuto después
Re:
x

¿Querré verte de nuevo?

45 segundos después
Fw:

No.

35 segundos después
Re:


¿Por qué no?

50 segundos después
Fw:


Porque es imposible.

Un minuto después
Re:

Todo es posible".

"Tres minutos después
Fw:


Beso de modo similar a como escribo.

50 segundos después
Re:


Ésa ha sido una respuesta de lo más pretenciosa, Leo, aunque no suena mal. Por cierto: ¡escribes de muy diversas maneras!

45 segundos después
Fw:


También beso de muy diversas maneras.

Cuatro minutos después
Re:


Si prometes besarme como me escribiste ayer y has escrito hoy, ¡me arriesgaré!

35 segundos después
Fw:


¡Pues arriésgate!".

"Ha ocurrido algo, Leo. Mis sentimientos se han salido de la pantalla. 
Creo que te amo. Y Bernhard lo ha notado. Tengo frío. El viento del norte me da en la cara.
¿Ahora qué hacemos?

Diez segundos después
Fw:

AVISO DE CAMBIO DE DIRECCIÓN. EL DESTINATARIO YA NO PUEDE ACCEDER A SU CORREO. LOS MENSAJES NUEVOS SE BORRARÁN AUTOMÁTICAMENTE DE LA BANDEJA DE ENTRADA. EN CASO DE DUDA CONSULTE CON EL ADMINISTRADOR DEL SISTEMA".






Daniel Glattauer

No hay comentarios.:

Publicar un comentario