viernes, 18 de febrero de 2022

Citas: Cada siete olas - Daniel Glattauer

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"Tres semanas después
Asunto: Hola


Hola

Diez segundos después
Fw:

AVISO DE CAMBIO DE DIRECCIÓN. EL DESTINATARIO YA NO PUEDE ACCEDER A SU CORREO. LOS MENSAJES NUEVOS SE BORRARAN AUTOMÁTICAMENTE DE LA BANDEJA DE ENTRADA. EN CASO DE DUDA CONSULTE CON EL ADMINISTRADOR DEL SISTEMA.

Medio año después
Sin asunto

¡Hola!

Diez segundos después
Fw:

AVISO DE CAMBIO DE DIRECCIÓN. EL DESTINATARIO YA NO PUEDE ACCEDER A SU CORREO. LOS MENSAJES NUEVOS SE BORRARÁN AUTOMÁTICAMENTE DE LA BANDEJA DE ENTRADA. EN CASO DE DUDA CONSULTE CON EL ADMINISTRADOR DEL SISTEMA.

Treinta segundos después
Re:

¿Es que esto no acabará nunca?

Diez segundos después
Fw:

AVISO DE CAMBIO DE DIRECCIÓN. EL DESTINATARIO YA NO PUEDE ACCEDER A SU CORREO. LOS MENSAJES NUEVOS SE BORRARÁN AUTOMÁTICAMENTE DE LA BANDEJA DE ENTRADA. EN CASO DE DUDA CONSULTE CON EL ADMINISTRADOR DEL SISTEMA.

Tres días después
Asunto: Duda

Buenas noches, señor administrador del sistema. ¿Qué es de su vida? Qué marzo más fresco, ¿no? Pero me parece que, después de un invierno tan templado, no nos podemos quejar. ¡Ah!, ya que está usted aquí, tengo una duda. Tenemos un conocido en común. Leo Leike, se llama. Por desgracia he perdido su actual dirección de correo electrónico. ¿Sería usted tan amable de…? Gracias.
Un afectuoso saludo virtual,
Emmi Rothner".

"Sólo hay una cosa que no puede haber hecho: NO PUEDE HABERSE ENAMORADO POR ESCRITO DE NINGUNA OTRA MUJER A LA QUE NUNCA HAYA VISTO. ¡Eso no, por favor! Eso debe seguir siendo irrepetible.
Necesito tener esa certeza para pasar las noches saliendo medianamente indemne. Por aquí sopla, persistente, el viento del norte".

"Dos minutos después
Sin asunto

¿Oiga?

Un minuto después
Sin asunto

¡Oiga!, ¿dónde está usted, señor administrador del sistema?

Un minuto después
Sin asunto

¿Debo preocuparme o puedo tener esperanzas?".

"Te llevo siempre conmigo, a través de todos los continentes y todos los estados emocionales, como ideal, como ilusión de lo perfecto, como símbolo supremo del amor. Así estuviste conmigo en Boston casi diez meses, así regresaste conmigo".

"¿Le permitirías a tu «ideal» formular un último deseo, el último, último, último? SÓLO UNA HORA, una hora cara a cara. Créeme, no existe ningún conservante mejor para nuestra experiencia. Pues el único final sensato para un entrañable no encuentro es el encuentro. No te exijo nada, no espero nada de ti. Tan sólo necesito verte, hablarte, olerte una sola vez en mi vida. Necesito contemplar alguna vez tus labios diciendo «Emmi». Necesito contemplar alguna vez tus pestañas inclinándose ante mí, antes de que baje el telón".

"Dos minutos después
Fw:

Tengo en mí gigantescos armarios y baúles repletos de emociones referidas a ti, Emmi. Pero también tengo la llave correspondiente.

Cuarenta segundos después
Re:

¿Por casualidad la llave es de Boston y se llama «Pamela»?

Cincuenta segundos después
Fw:

No, la llave es internacional y se llama «sentido común»".

"Treinta segundos después
Re:

Pero esa llave gira en una sola dirección. Sólo cierra. Y dentro de los armarios te ahogan las emociones.

Cuarenta segundos después
Fw:

Mi sentido común se ocupa de que a mis emociones nunca les falte el aire".

"Un minuto después
Re:

¿Qué estás haciendo? Buenas noches.

Cincuenta segundos después
Fw:

Estoy escribiendo. Buenas noches.

Cuarenta segundos después
Re:

¿A quién le escribes? ¿A Pamela? Buenas noches.

Treinta segundos después
Fw:

¡Te escribo a ti! Buenas noches.

Cuarenta segundos después
Re:

¿Me escribes a mí? ¿Qué me escribes? Buenas noches.

Veinte segundos después
Fw:

Buenas noches.

Veinte segundos después
Re:

¡Ah, claro! Buenas noches".

"Diez minutos después
Asunto: Importante

Déjame explicarte, Emmi.
1) Lo que tú me importas a mí, me importa tanto o más que lo que te importo yo a ti.
2) Precisamente porque me importas tanto, me importa mucho importarte lo más posible.
3) Si no me hubieses importado tanto, me habría dado igual cuánto te importaba yo.
4) Pero de ninguna manera me da igual, eso significa que tú me importas tanto que no puede darme igual cuánto te importo yo.
5) Si supieras lo mucho que me importas, podrías entender por qué no quiero dejar de tener la importancia que tengo para ti.
6) Primera conclusión: por lo visto no sabes cuánto me importas.
7) Segunda conclusión: tal vez ahora lo sepas.
8) Estoy cansado. Buenas noches".

"A la tarde del mismo día
Sin asunto

Gracias, Emmi.
Leo

A la mañana del día siguiente
Sin asunto

No hay de qué, Leo.
Emmi

Doce horas después
Asunto: ¿Fue…
… tan terrible?

Dos horas después
Re:

¿Por qué lo preguntas, Leo? Tú sabes cómo fue. Estabas ahí. Estuviste en persona, sentado frente a tu «ilusión de lo perfecto» durante sesenta y siete minutos, de los cuales le sonreíste al menos cincuenta y cuatro. No me pondré a detallar ahora todo lo que encerrabas en esa sonrisa, la lista es demasiado extensa".

"Cinco minutos después
Fw:

¿Puedo hacerte una pregunta «personal», Emmi?

Cincuenta segundos después
Re:

¡Vaya, eso sí que sería una pregunta!

Cuarenta segundos después
Fw:

¿Aún sigues con Bernhard?

Treinta segundos después
Re:

Pues sí. Claro. Ya lo creo. Seguro. ¿Por qué lo preguntas?

Cuarenta segundos después
Fw:

Pues…, sólo por interés «personal».

Veinte segundos después
Re:

¿En mí?

Treinta segundos después
Fw:

En tus condiciones de vida".

"Treinta minutos después
Fw:

Pienso en aquella Emmi que, con unas yemas tan delicadas que parece que fueran a escurrírsele de los dedos, cada medio minuto se aparta mechones imaginarios de los ojos y se los pasa detrás de la oreja, como si de esa manera quisiera quitarle el velo a su mirada, para ver por fin las cosas con la misma nitidez y claridad con que es capaz de describirlas desde hace tiempo. Y me pregunto una y mil veces si esa mujer será feliz en su vida.

Diez minutos después
Re:

Querido Leo:
Un mensaje como ése cada día, y sería la mujer más feliz del mundo".

"Tres minutos después
Fw:

Gracias, Emmi. Pero lamentablemente la felicidad no se compone de mensajes de correo electrónico.

Un minuto después
Re:

¿De qué entonces? ¿De qué se compone la felicidad? ¡¡¡Dí-melo, me gustaría muchísimo saberlo!!!

Cinco minutos después
Fw:

De seguridades, intimidades, puntos en común, atenciones, vivencias, inspiraciones, ideas, fantasías, desafíos, objetivos. Y te aseguro que la lista está incompleta".

"Tres minutos después
Fw:

¿Y tú sabes lo que quieres?

Cuarenta segundos después
Fw:

¿Qué quieres?

Cincuenta segundos después
Re:

A ti (para ir a tomar un café otra vez). ((Ya ves, yo también domino el juego de los paréntesis.))".

"Cuarenta segundos después
Fw:

¿Qué haces?

Treinta segundos después
Re:

Interesarme por ti.

Cuarenta segundos después
Fw:

Sí, querida Emmi. Sin peros, sin puntos, sin paréntesis. Simplemente: sí, exacto, te has dado cuenta. Me intereso por ti".

"Veinte minutos después
Fw:

Querida Emmi:
En la palma de mi mano izquierda, más o menos en el centro, donde la línea de la vida, surcada por gruesas arrugas, dobla hacia la arteria, allí hay un punto. Lo examino, pero no puedo verlo. Lo miro fijamente, pero no se deja sujetar. Sólo puedo tocarlo. También lo noto con los ojos cerrados. Un punto. La sensación es tan intensa que me da vértigo. Si me concentro en él, su efecto se expande hasta los dedos de los pies. Me produce hormigueo, me hace cosquillas, me da calor, me excita. Estimula mi circulación, dirige mi pulso, determina el ritmo de los latidos de mi corazón. Y en la cabeza surte su efecto embriagador como una droga, amplía mi conciencia, extiende mi horizonte. Un punto. Tengo ganas de reír de alegría, por lo bien que me hace.
Tengo ganas de llorar de felicidad, porque lo poseo y porque me embarga y me colma hasta la médula. Querida Emmi, en la palma de mi mano izquierda, donde se encuentra ese punto, esta tarde —debían de ser aproximadamente las cuatro— tuvo lugar un incidente en la mesa de un café. Mi mano iba a coger un vaso de agua, cuando vinieron de frente los dedos ligeros de otra mano más suave, intentaron frenar, intentaron evitarla, intentaron impedir la colisión. Por poco lo logran. Por poco. Durante una fracción de segundo, la delicada yema de un dedo que pasaba volando fue arrollada por la palma de mi mano que iba a tomar el vaso. Ello dio como resultado un leve roce. Lo he grabado en mi memoria. Nadie me lo quita. Te siento. Te conozco. Te reconozco. Eres la misma. Eres la misma persona. Eres real.
Eres mi punto. Que duermas bien".

"A la tarde siguiente
Asunto: Bernhard

Lo siento, Emmi. Tengo que volver a medirte en relación con tus palabras (y las de tus whiskys). Y así te pregunto, en serio y sin humor, como corresponde a mi naturaleza: ¿por qué quieres que me muestre «interesado en tu aspecto físico»? ¿Por qué quieres que te diga a la cara «me gustas»? ¿Por qué quieres que intime contigo más allá de la mitad de una mesa bien iluminada? ¡Tú no puedes pretender que también me enamore de ti «físicamente» (o libidinosamente, como dice el alcohol)!
¿Qué sacarías tú de eso? No lo comprendo, tienes que explicármelo. En realidad, tienes que explicarme varias cosas, querida mía. Con café volviste a evitarme con elegancia. Desde hace meses, por no decir desde Boston, evades el tema. Pero ahora quiero saberlo".

"Cinco horas después
Asunto: Impresión e impronta

Unas palabras más sobre mi inexistente o irreconocible «interés por tu aspecto físico», querida Emmi. Haz el favor de darle el recado a tus ex y futuros whiskys:
«Me gustas». Te lo digo con 0,0 de alcohol en sangre. Es bonito verte. Eres hermosísima. Y por suerte puedo echarte un vistazo a cualquier hora. No sólo tengo mil impresiones de ti, también tengo una impronta tuya. Tengo un punto de contacto en la palma de mi mano. Puedo contemplarte en él. Hasta puedo acariciarte. Buenas noches".

"Tres minutos después
Re:

Tu pregunta «¿qué puedo hacer por ti?» acabas de responderla tú mismo. ¡Acaricia mi punto de contacto, querido!

Un minuto después
Fw:

Ya lo hago. Pero no lo hago por ti, sino por mí. Pues este punto puedo sentirlo únicamente yo. ¡Me pertenece, querida!

Cincuenta segundos después
Re:

¡Te equivocas, querido! Para que exista un punto de contacto siempre hacen falta dos. 1) El que es tocado. 2) El que toca. Buenas noches".

"Cuatro minutos después
Fw:

En todo caso, eres demasiado joven para andar teniendo cuidado de que un día no te falte el aire con tu ajustado corsé, querida mía.

Un minuto después
Re:

Mientras Leo Leike se encargue de proveerme de aire fresco desde fuera por correo electrónico, e incluso a veces en vivo, en la mesa del café, no voy a ahogarme".

"Al día siguiente
Asunto: Catálogo de preguntas número tres

Tu extraño catálogo de preguntas número dos lo dejo para el final. Prefiero saltar ahora mismo al presente.
¿Qué me falta, Leo? Me faltas tú. (Desde antes de saber que existías.)
¿Qué puedes hacer por mí? Estar ahí. Escribirme. Leerme. Pensar en mí. Acariciar mi punto de contacto.
¿Qué quiero hacer contigo, Leo? Eso depende de la hora del día. En general: tenerte en la cabeza. A veces, también debajo.
¿Qué quiero que seas para mí? Huelga la pregunta. Ya lo eres.
¿Cómo seguimos? Como hasta ahora.
¿Si quiero que sigamos? Sin falta.
¿Hacia dónde? Hacia ninguna parte. Simplemente, seguimos. Tú vives tu vida. Yo vivo mi vida. Y el resto lo vivimos juntos".

"Leo, nuestra «historia» no había acabado todavía. La huida nunca es el final, sólo su retraso. Tú lo sabes muy bien. De lo contrario, no me habrías contestado nueve meses y medio después".

"Bueno, y para terminar: ¿cómo pude perdonarte a ti? ¡Ah…, Leo! Soy corruptible. Me mandas unos mensajes bonitos… y te lo perdono todo, hasta las pausas intencionadas de nueve meses y medio".
x


"Dos días después
Sin asunto

Quizá me desprecias por cada una de las palabras que te he escrito. Quizá me odias por cada una de las letras que sigo enviándote. Pero no puedo evitarlo. ¿Cómo estás, Emmi? Me gustaría mucho estar ahí cuando me necesites. Me gustaría mucho hacer algo útil por ti. Me gustaría mucho saber qué piensas y qué sientes. Me gustaría mucho compartir tus pensamientos y tus sentimientos. Me gustaría mucho descargarte de la mitad de todo, por muy desagradable que sea".

"Tres días después
Asunto: Viento del norte

De acuerdo, Emmi, lo he entendido, no te escribiré más. En caso de (…) viento del norte (…), ya sabes (…) siempre. ¡Siempre, siempre, siempre, siempre, siempre!
Un abrazo,
Leo

Cinco horas después
Re:

Hola, Leo.
¿Ya estás durmiendo?

Tres minutos después
Fw:

¡¡¡EMMI!!! ¡¡¡GRACIAS!!!
¿Cómo estás? ¡Dímelo, por favor! No pienso en nada más. Debería terminar un informe de investigación, pero llevo horas sentado frente a la pantalla, con los ojos clavados en el sobrecito de la barra de tareas, esperando un milagro de cuatro letras.
Ha ocurrido. Todavía no me lo creo. EMMI. ¡Estás ahí otra vez!".

"En realidad sólo me has castigado con tu silencio. Lo que hasta ahora nos había unido y comprometido eran… palabras. Si todavía te importa algo de mí, Emmi, ¡háblame!".

"Por cierto, gracias por haberte prestado al «juego». Sé que no fue tu desenfreno, Leo, fue tu compasión. Me habías ofrecido descargarme de la mitad de mis sentimientos. Anoche lo hiciste admirablemente, considerando lo tensa que era la situación. Las camas compartidas
son menos camas. Las penas compartidas son más penas".

"No seas ingenuo, Leo. No hay ningún «milagro de cuatro letras». Sólo hay una consecuencia lógica de tres letras. Tantas veces hemos temblado de pensar en ella… Tanto tiempo la hemos aplazado, disimulado y evitado… Ahora nos ha salido al encuentro y me toca a mí anunciarla: FIN".

"Leo, todo lo que me rodea está cambiando, sólo estas letras siguen siendo las mismas. Me hace bien aferrarme a ellas. Tengo la sensación de que al menos así soy fiel a mí misma".

"Dos días después
Asunto: Dime solamente…

a) …si borras mis mensajes sin leerlos.
b) …si los lees y los borras.
c) …si los lees y los guardas.
d) …si no los recibes.

Cinco horas después
Fw:

c".

"La relación que tengo contigo es muy diferente a la que tengo con ella.
Dentro de mí no hay un cupo fijo de sentimientos que pueda repartir entre distintas personas que significan algo para mí por distintos motivos. Cada una de las personas que me importan es algo aparte y ocupa su propio sitio dentro de mí. Lo mismo ocurre contigo".

"Seis días después
Asunto: Calma chicha

Querida Emmi:
Sólo quiero saber si estás bien. No tienes por qué escribirme si no te apetece.
Escríbeme solamente que no te apetece escribirme, si es que no te apetece. Y si por casualidad te apetece, ¡escríbeme! Me alegrará, ¡y mucho!".

"Quiero poner fin a mi existencia insular contigo, Leo. Quiero lo que tú, si eres honesto contigo mismo, siempre has querido: quiero —tengo curiosidad por ver si logro decirlo—, quiero, quiero, quiero… quiero que sigamos siendo amigos (¡ya está!). Amigos por correspondencia. ¿Me entiendes? No más palpitaciones. No más dolores de barriga.
No más temores. No más temblores. No más expectativas. No más deseos. No más esperas. Sencillamente, mensajes de mi amigo Leo. Y si no los recibo, que no se me hunda el mundo. ¡Eso es lo que quiero! Que no se me hunda el mundo cada semana.
¿Comprendes?
Un abrazo,
Emmi".

"Dos días después
Asunto: ¡Hola, Emmi!

No, te equivocas, querida Emmi. Desde que sé que no se te hunde el mundo cuando no te escribo, no me conecto a Internet tan a menudo. Ésa es la razón por la cual los intervalos son más largos. Ruego tu comprensión y un poco de paciencia cada vez.

Tres minutos después
Re:

¿De modo que durante dos años sólo me has escrito para que no se me hunda el mundo?".

"Un minuto después
Re:

Querido Leo:
¿De veras fue tan terrible esa hora con Jonas? Créeme, a él le hizo bien verte y charlar contigo. Tus explicaciones sobre los métodos de tortura medievales le parecieron estupendas. Quiere saber más al respecto.

Siete minutos después
Fw:

Me alegro, Emmi. Es un chico simpático. Pero para ser sincero, muy, muy sincero…, es probable que tú no lo entiendas, ninguna mujer que tenga una relación de conveniencia con hijos de una relación de conveniencia lo entendería, es más, es algo absurdo, arrogante, presuntuoso, incluso megalómano, una manía mía, descabellada, irreal, de otro mundo, extraterrestre. Es igual, te lo diré de todos modos: en realidad yo quería verte A TI y hablar CONTIGO, Emmi. Por eso quedé CONTIGO. A solas los dos".

"A la mañana siguiente
Asunto: ¿Sigues bien?

Querida Emmi:
¿Sigue en pie lo de esta noche?

Treinta minutos después
Re:

Sí, desde luego, querido Leo. ¡Ah!, se me olvidaba decirte que Bernhard y los niños vienen conmigo. ¿Te parece bien?

Diez minutos después
Asunto: Broma

¡Era una broma, Leo! ¡Una broma! ¡Una broooooooooomaaaaaaaaa!

Tres minutos después
Fw:

¡Pues sí que será una noche divertida! Bueno, mejor ya dejo de escribir. Hasta luego, Leo

Un minuto después
Re:

¡Tengo ganas de verte!

Treinta segundos después
Fw:

¡Y yo a ti!".

"Siete minutos después
Re:

Viste muy bien, querido mío. ¡AYER EXISTÍA ÚNICAMENTE PARA TI! Y esa mirada que me capta a mí y a nadie más que a mí, que hace desaparecer todo lo que está alrededor, esa mirada que ve la retama de flores amarillas como si hubiese sido plantada para nosotros, el mundo, como si hubiera sido creado para nosotros, esa mirada… ¡grábatela, por favor, por favor, por favor! Practícala antes de dormir, repítela al despertarte, ensáyala frente al espejo. No la derroches, no la desperdicies con otros, protégela de los asaltos y de la luz del sol, no la expongas a ningún peligro, ten cuidado de que no se te rompa al transportarla. Y cuando volvamos a vernos, ¡desenvuélvela! Pues esa mirada, querido mío, me alucina, me vuelve loca. Ya sólo por eso merece la pena haberme pasado dos años y medio esperando mensajes tuyos.
Nadie me había mirado así jamás, Leo. Así, tan, tan, tan… Sí. Tan así. Quería que lo supieras. Por cierto, es un cumplido, un pequeño cumplido, amor. ¿Lo has notado?".

"Treinta segundos después
Fw:

Si no quieres una aventura, ¿qué es lo que quieres?

Cuarenta segundos después
Re:

¡Quiero que digas qué es lo que TÚ quieres!

Veinte segundos después
Fw:

¡A TI!".

"Un minuto y medio después
Re:

¡Bravo, Leo! Ha sido espontáneo, intuitivo, ha quedado muy bien, y además con mayúscula. Pero ¿qué es lo que quieres hacer conmigo? ¿Leerme? ¿Tenerme en mente? ¿Llevarme siempre contigo en tus armarios emocionales? ¿Tenerme como un punto en la mano? ¿No perderme? ¿Adorarme? ¿Verme? ¿Escucharme? ¿Olerme? ¿Tocarme? ¿Besarme? ¿Agarrarme? ¿Derribarme? ¿Dejarme embarazada?¿Comerme?

Cincuenta segundos después
Fw:

¡TODO! (Menos dejarte embarazada, aunque pensándolo bien, ¿por qué no?)".






Daniel Glattauer

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