"Pero ya no me quedan ganas de seguir peleando. Solo quiero saber quién era mi madre".
"Sadie, prima de Henrietta y hermana de Crazy Joe, le gritó: «Chico, por muy enamorao que estés de una chica, ¿vas a matarte por ella? ¡Eso no está bien!»".
"—¿Ah, sí? —dijo, de repente lúcido y alerta—.¿Tiene células de mi mujer? ¿Sabe ella que me está hablando?
—Sí —respondí, pensando que me preguntaba si Deborah sabía que yo iba a llamar.
—Bueno, ¡pues deje que las células de mi señora le hablen, y a mí déjeme en paz! —Me soltó—. ¡Me tienen harto ya! —Y colgó".
"Más adelante, Sadie describiría el debilitamiento de Henrietta de la siguiente manera: «Henrietta no se apagó, ni su aspecto ni su cuerpo se chuparon. En verdad no le ocurrió como a otras personas que están enfermas del cáncer en la cama y tienen una pinta horrorosa. Ella no. Solo se le notaba en los ojos. Era en los ojos adonde se le veía que no viviría mucho más»".
"—Nunca lo olvidaré —dijo Aurelian—. George me contó que se acercó a la cama de Henrietta y dijo: «Tus células te harán inmortal». Le explicó a Henrietta que sus células ayudarían a salvar la vida de infinidad de personas, y ella sonrió. Le dijo que se alegraba de que su dolor sirviera para algo".
"—Todo el mundo en Lacks Town es pariente de Henrietta, pero ella murió hace tanto que hasta su memoria se ha esfumao —dijo—. No queda na de la Henrietta, solo sus células".
"—La gente de por aquí nunca ha entendido cómo ella puede estar muerta y esa cosa seguir viviendo. Ahí está el misterio".
"Y cuando las células HeLa se convirtieron en propiedad científica general, la gente empezó a preguntarse quién era la mujer de la que procedían las células".
"—Es raro —dijo—, pero esas células viven más que su memoria".
"—¿Sabe lo que he oído? Que para el 2050 a los chavales se les pinchará un suero hecho con células de mi madre y van a vivir más que Matusalén.
Me sonrió como diciendo: A ver si su madre es capaz de hacer algo así.
—Acabarán con todos los males —dijo—. Son milagrosas".
"—¿Me podría decir de verdad lo que han hecho las células de mi madre? —susurró—. Para mí que ha sido algo muy importante, pero nadie suelta prenda.
Cuando le pregunté si sabía lo que era una célula, bajó la mirada, como si le hubiera pillado en clase sin los deberes hechos.
—Algo, sí —dijo—. Bueno…, no".
"Me criaron para estar callada, sin hablar, solo para escuchar…".
"A Moore le pareció extraño, pero no sospechó nada; hasta un día de 1983 —siete años después de la operación—, en que una enfermera le entregó un nuevo formulario de consentimiento que decía: Yo, voluntariamente, cedo / no cedo a la Universidad de California todos los derechos que yo, o mis herederos, puedan tener sobre cualquier línea celular o cualquier otro producto que pudiera desarrollarse a partir de la sangre y/o la médula ósea que se obtenga de mi persona.
En un principio, Moore rodeó con un círculo la palabra «cedo». Años después, contó en la revista Discover: «No quieres crear problemas. Piensas que a lo mejor va el tipo y te desconecta, y te mueres o algo así»".
"Moore dijo a otro periodista: «Resultaba de lo más deshumanizador que pensaran en uno como Mo, que en el historial médico se refirieran a uno como Mo: “Hemos visto a Mo hoy”. De repente, yo no era la persona que Golde rodeaba con el brazo, era Mo, era la línea celular, un trozo de carne»".
"Pero esos pacientes tenían algo a su favor que Henrietta no tenía: estaban vivos. Y los muertos no tienen derecho a la intimidad, aunque parte de ellos siga vivo".
"Ella está ahí para echar una mano a la gente de la medicina, y eso está bien; solo quiero que salga a la luz la historia para que la gente se entere de una vez que mi madre, HeLa, era Henrietta Lacks".
"El de Deborah era un mundo sin silencio".
"—El John Hopkin es una escuela de aprender, y eso es importante. Pero esto es mi madre. Nadie parece darse cuenta.
—Es verdad —dijo Christoph—. Cuando leemos libros de ciencia, siempre es HeLa esto y HeLa aquello. Algunas personas saben que esas son las iniciales de una persona, pero no saben de qué persona se trata. Y eso es importante.
Parecía que Deborah quería abrazarle".
"—Hola, soy Deborah, y ella es mi reportera. Puede que haya oído de nosotras, mi madre está en la historia con las células, y tenemos que encontrar unos informes médicos.
El hombre sonrió.
—¿Quién era su madre? —preguntó—, ¿y qué es eso de las células?".
"—Debe estar preparada —le dijo a Deborah, con dulzura en la voz—. A veces saber puede ser tan doloroso como no saber".
"El artículo del Washington Post citaba sus palabras: «Lo peor que se le puede hacer a un enfermo es cerrarle la puerta y olvidarse de él»".
"—Todo aquello de lo que me estoy enterando —dijo— hace que me dé cuenta de que tuve una madre y de la tragedia que le pasó. Duele, pero quiero saber más, y sobre mi hermana también. Hace que me sienta más al lado de ellas, pero las echo de menos. Ojalá estuvieran aquí".
"—No te amargues la vida por algo que no puedes cambiar —le susurró Gary a Deborah, mientras ella se frotaba las ronchas de los ojos—. No merece la pena…, tienes que dejarlo en manos del Señor.—Cerraba casi los ojos mientras hablaba entre dientes—".
"Entonces alzó los brazos por encima de la cabeza de Deborah y gritó:
—SEÑOR, YO SÉ que enviaste a la señorita Rebecca para que ayudara A LEVANTAR LA CARGA DE LAS CÉLULAS. —Dirigió los brazos hacia mí, señalando con las manos a ambos lados de mi cabeza—. ¡DÁSELAS A ELLA! —gritó—. DEJA QUE SEA ELLA QUIEN CARGUE CON ELLAS.
Me quedé de piedra, mirando a Gary, pensando: ¡Un momento, esa no era la idea!".
"—Y ese niño, y ese, y ese. Es su historia ahora. Tienen que aprendérsela, y dejar que les diga que ellos también pueden cambiar el mundo".
"«La muerte nos sigue por detrás a todos nosotros y a esta historia por dondequiera que vayamos —decía—. Pero yo sigo ahí»".
"—La gente siempre trataba de reprimirles y pararles de hacer lo que querían, como la gente nos ha hecho siempre, conmigo y la historia de mi madre —dijo".
"«No sé cómo me iré —dijo—. Me espero que sea agradable y tranquilo. Pero sabes lo que te digo, que no quiero ser inmortal si eso es vivir para siempre, porque entonces todos los demás la palmarían y envejecerían delante de ti mientras tú sigues como si tal cosa, y eso es triste. —Entonces sonrió—. Pero puede que me vuelva como una especie de células HeLa como mi madre, y así podemos hacer cosas buenas juntas en el mundo. —Hizo una pausa y asintió con la cabeza—. Creo que eso sí me gustaría»".
Rebecca Skloot
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