"Muchas cosas se harían fácilmente si no fuera por las quiméricas objeciones que a veces los hombres gustan de inventar. Desde la niñez, cuántas veces se nos habrá impedido hacer esto o lo otro, que hubiéramos deseado hacer sencillamente porque oímos decir en torno nuestro: no podrá hacerlo...".
"¡Cuán dichosos los hombres si pudiesen ignorar el mal!".
"El 5 de Marzo. He marcado esa fecha como la de un nacimiento. Más que una sonrisa fue una transfiguración. De repente sus rasgos se animaron; fue como un súbito clarear, semejante a ese resplandor purpúreo que, en los Altos Alpes, precede a la aurora y hace vibrar la cima nevada a la que perfila, y distingue de la noche; se hubiera dicho una coloración mística; igualmente me hizo pensar en el estanque de Bethsda cuando el ángel desciende y va a despertar al agua durmiente. Sentí una especie de arrebato ante la angelical expresión que Gertude llegó a poner en un momento dado, por que me pareció que aquello que se albergaba en ella, más que la inteligencia, era el amor".
"En la choza donde yo la había encontrado nadie se había ocupado de ella de no ser para darle de comer y para ayudarla a no morir, porque no me atrevo a decir: a vivir".
"—¿Por qué no cantan los animales? —replicó ella. A veces sus preguntas me sorprendían y me dejaban perplejo durante unos instantes, porque me obligaban a reflexionar sobre cosas que hasta entonces había yo aceptado sin asombro.
Y así, por primera vez, hube de considerar que el animal, cuanto más apegado a la tierra, cuanto más pesado, es más triste".
"—Los que tienen ojos —dije al fin—, no conocen su felicidad.
—Pero yo que no los tengo —exclamó ella inmediatamente—, conozco la felicidad de oír".
"—Dígame, pastor, usted no es desgraciado, ¿verdad?
Yo llevé su mano a mis labios, como para hacerle sentir, sin confesarlo, que parte de mi felicidad venía de ella, y mientras tanto, respondí:
—No, Gertude, no; no soy desgraciado. ¿Cómo habría de serlo?
—¿Y sin embargo, algunas veces llora?
—He llorado algunas veces".
"—¿Puede usted prometerme no intentar engañarme nunca?
—Lo prometo.
—¡Bueno! Dígame en seguida: ¿soy bonita?
—¿Qué te importa saberlo? —le dije en seguida.
—Eso —replicó ella—, es cosa mía".
"—Un pastor no tiene que preocuparse de la belleza de los rostros,
—¿Por qué?
—Porque bastante tiene con la belleza de las almas".
"Quién permanece fiel en las pequeñas cosas también lo será en las grandes".
"¡Ah, qué hermosa sería la vida y qué soportable nuestra miseria si supiéramos contentarnos con los males reales y no prestásemos oídos a los fantasmas y monstruos de nuestro espíritu!".
"—El mal nunca está en el amor".
"Un verdadero amor no dejaría de mostrar confusión, rubores".
"—¿Cree usted que Jacques me ama todavía?
—Ha tomado la resolución de renunciar a ti —le contesté inmediatamente.
—¿Pero cree que sepa él que usted me ama? —añadió ella".
"La he tenido durante largo tiempo estrechada contra mí. No ha hecho el menor ademán para defenderse y al levantar la cara hacia mí, nuestros labios se han encontrado...".
"Habría yo querido llorar, pero me sentía el corazón más árido que el desierto".
André Gide
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