"Más tarde siempre le recorría las manos pensando en todas sus posibilidades, su boca no pedía besos era todo un reto conseguir".
La sorpresa:
"Esperaba tras la puerta en absoluto silencio. Ella tenía que llegar. Él iba a sorprenderla. Diez años juntos, era el momento".
"Pero Ana no estaba sola. Juan tras la puerta lo vio todo. Apretando con la mano la caja del anillo, esperó y esperó".
El sentido de la vida:
"No encontraba sentido a la vida, se encontraba semirespirando, semiexistiendo en el vacío inseguro de lo que no es".
"Su situación era la de un trapecista que intentaba no caer de la delgada línea algunas veces quebradiza".
"No se quería mucho, sabía que no era importante y que los años acabarían corrompiendo lo que consideraba ya podrido. De esta forma desechaba su existencia sin saber muy bien qué hacer con ella".
"Siempre supo que las cosas forzadas no eran reales".
Noche de bar:
"Por un segundo vi unos ojos de un marrón intenso, dueños de un fresco brillar. Y pensó: tengo qué saber quién es".
Despedidas vitales:
"Mirar por mí, ser por un momento vital, la protagonista de mi respirar. Y en este nuevo mundo no hay sitio para las cosas que no quiero, no hay sitio para ti".
Sara y Alberto:
"Alberto buscó a otra para poder volver a dormir.
Sara encontró a alguien con el que empezar a vivir".
Los zafiros:
"El tiempo siempre pasa, incluso cuando no nos damos cuenta".
Nuestra muerte:
"No quedaban libros, no quedaban palabras, no quedaban sonidos, no quedaban miradas, entre tú y yo tan sólo quedaba un mundo, un universo que nos separa alejándonos el del otro".
Vaciar el armario:
"No se fiaba de su memoria, la memoria está hecha de imagen y niebla. Todo empieza como imagen, pero acaba en niebla".
Crónica de la muerte de un corazón:
"Cuando te vi por última vez me di cuenta que tras de ti se fue mi existencia. Supe que eras mi vida y mi agonía, mi luz y mi tormento".
"Al cabo del tiempo me levanté y me dije a todo pulmón:
—No te puedes alimentar de amor, porque él te consume.
Una vez sanada la herida, todo acabó".
Después de ti:
"Cuando te fuiste decidí amputarme el corazón y todavía me sangran las heridas".
Margaritas muertas:
"Esperó tanto de la vida y esta le dio tan poco que se sentía muerta, acabada".
"Ahora era como un saco triste y sin ganas, infructuosa como las yermas margaritas que había dibujado, unas que jamás vivirán".
Ainhoa Escarti
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