Citas: El poder oculto - Alejandra Abraham

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"El rio siempre se comportaba como un animal salvaje. Podía ser pacifico y tranquilo, como también el más fuerte y bravío, dependiendo del día y del viento. Estas eran cosas que fui aprendiendo después de quince años de pasar todos los veranos en la isla. 
Nadie puede estar seguro de cómo va a comportarse la naturaleza. Así, aprendí desde pequeña a respetarla, a temerle y a amarla".

"—Para que no se ponga celoso. Él sabe que lo quiero. Alan es así, no le gusta que no lo tomen en cuenta. Querida, quiero que sepas que hay cosas que solo alguna gente conoce y que nadie más puede hacerlo. En muchos casos, ni siquiera las personas que más amamos. Es importante ser discretas, pero no misteriosas. El misterio y la discreción parecen ir de la mano, pero si uno se pone a pensarlo bien, son cosas muy diferentes. Yo diría que son casi opuestas".

"Cuando bajé del auto, sentí que un escalofrío recorría todo mi cuerpo. Por alguna razón recordé una frase de mi abuela: "siempre presta atención a las manifestaciones que percibe tu cuerpo. Muchas veces solo con nuestros cinco sentidos no alcanza, por eso debes mantenerte atenta". Un tiempo después, me daría cuenta de por qué la había recordado".

"Exhalé un profundo suspiro y unas incontenibles lágrimas surcaron mis mejillas. Mi padre lo notó a pesar de mis vanos intentos por esquivar su mirada. Me rodeó con un cálido abrazo y no dijo palabra alguna, ya que no hay consuelo para lo irremediable, solo con el tiempo podría apaciguarse el dolor".

"Hay algo que quizás te asuste. Posiblemente ya lo sepas, la muerte no es el final. Tan solo es el paso a otro plano en donde no es necesaria la materia para manifestar la existencia. A través de tu propia energía y con el tiempo, probablemente llegues a comunicarte con los habitantes de otros planos. Porque, aunque no siempre estemos, siempre somos...".

"Deseaba que él me prestase atención. Al cabo de unos minutos, levantó la vista hacia mí y me miró. Rápidamente, yo bajé la mirada y sentí como mis mejillas volvía a sonrojarse. Cuando levanté la vista, aún me estaba mirando y me regaló otra encantadora media sonrisa. Volví a bajar la vista, pero no sin antes regalarle la mía".

"—(...) Sé que lo vas a conseguir y si no es así, es que te falta confianza en vos misma, entonces podrías recurrir a las salamandras —hablaba con tanta seguridad que sentí que a su lado podría lograr cualquier cosa que quisiera.
Se incorporó y extendiendo su mano hacia mí, dijo:
—Te acompaño hasta tu casa".

"El amor tiene que surgir del alma para que sea duradero y que ningún hechizo pueda destruirlo".

"Esteban apartó su mirada de las hojas y la tornó hacia mí. A diferencia de otras veces, yo no bajé la mirada, en cambio me perdí en la profundidad de sus ojos. Podía sentir cada vez más fuertes los latidos de mi corazón. Él estaba acercándose a mí lentamente. Sentí la suavidad de su mano acariciándome el rostro y un instante después la dulzura de sus labios sonreí los míos".

"—Si no puedes tener mi corazón, nadie más podrá tenerlo jamás.
Este dejó de latir y se convirtió lentamente en piedra".

"Una frase de mi grimorio me daba vueltas en la cabeza: "Lo que se hizo con sangre, solo con sangre se irá. De lo contrario, jamás se romperá". 

"Un producto que fortaleciera el corazón era justo lo que necesitaba en ese momento. Pero mi problema era emocional y mi lastimado corazón no se repararía tan fácilmente".

"Sentía felicidad por deber que Teby y sufría por mí, aunque fuese él quien se había alejado. Sin embargo, ese sufrimiento significaba que él me quería. Pero sabía que tendría que esperar a que resolviera su conflicto interno. Extraño conflicto, pues yo no entendía. ¿Por qué se negaba a sentir lo que ya sentía?".

"La magia está dentro de uno mismo".

"Pude sentir a mi corazón latiendo nuevamente. Supe que aunque aún sufría por Teby, más de una persona cruzaría mi camino y que yo misma iría escribiendo mi destino".

"Volví a mi casa con la soledad como mi única compañía. Nuevamente me encontraba sola. Una fugaz lágrima surcó mi rostro. El destino decidiría lo que tenía que pasar. La decisión de Teby ya estaba tomada, pero no podíamos negar lo que ya sentíamos".

"—Me dijeron que usted es Alfonso Aigan y que fue líder de uno de los grupo más importantes —dijo Sasha, ansioso por demostrar su sabiduría.
—Como dije antes, los nombres no son más que etiquetas temporales. No importan las vidas que quedaron atrás, sino las presentes y las futuras. Lo importante es el rol que interpretamos en cada momento".
"—Aquel que controle la muerte tendrá dominio sobre la vida —dijo Cristina, rompiendo el silencio de la noche y se arrodilló ante mí".  

Alejandra Abraham