lunes, 15 de abril de 2019

Citas: La nariz - Nikolái Gógol


"Impulsado por la decencia. Iván Yakovlevich se puso el uniforme sobre la camisa, y después de haberse sentado a la mesa, tomó un poco de sal, mondó dos cebollas, cogió un cuchillo y se dispuso a partir el pan con aire grave. Lo partió por la mitad, miró la parte interior y se quedó asombrado al notar una cosa blanquecina. La  fue raspando cuidadosamente con el cuchillo y la palpó con el pulgar. «¡Es una cosa muy dura! —dijo para sí—; pues ¿qué será?»
La sacó con los dedos y encontró una… ¡nariz! Yakovlevich dejó caer los brazos; luego comenzó a restregarse los ojos y volvió a tocar con el dedo la cosa. Era una nariz, una verdadera nariz, y él creía conocerla…".

"Se acercó tímidamente al espejo y se miró en él.
—¡Que el diablo lo entienda! ¡Qué porquería! —exclamó, escupiendo indignado—. ¡Si por lo menos tuviera otra cosa en lugar de la nariz! ¡Pero nada!
Después de haber apretado los dientes en un acceso de rabia, salió del salón y resolvió, contrariamente a su hábito, no mirar a nadie en el camino ni obsequiar a nadie con la más leve sonrisa".

"Mas de repente retrocedió, como si se hubiera quemado. Acababa de recordar que donde los demás tenían su nariz, él no tenía nada; y se echó a llorar a lágrima viva".

"—¿Y es su siervo el que se escapó?
—¿Qué siervo? ¡Eso no habría sido tan ruin! ¡No! Se me escapó… la nariz…
—¡Ejem! ¡Qué apellido más raro! ¿Y qué le robó el señor Nariz?
—¡Nariz! ¡Es que usted no me comprende! Mi nariz, mi propia nariz es la que desapareció, y no sé dónde. ¡El diablo ha querido jugarme un mala pasada!
—Pero ¿de qué manera desapareció? No comprendo.
—No sabría decirle de qué manera. Y lo más importante del asunto es que ella se pasea ahora por la ciudad y se hace tratar de consejero de Estado".

"El mayor entró en su habitación, se dejó caer cansado y triste en una butaca, dio unos suspiros profundos y exclamó:
—¡Dios mío! ¿Qué hice yo para merecer esto? Si hubiera perdido una mano o un pie…, no sería para tanto; pero un hombre sin nariz es…, ¡qué sé yo! 
Un pájaro que no es ave; un ciudadano que no tiene el derecho de ciudadanía, es algo que se puede olvidar".

"«Pero ¿qué haré si no queda pegada?»
Esta pregunta que se dirigió el mayor, le hizo palidecer.
Presa de miedo inexplicable, fue corriendo hacia la mesa y acercó el espejo para no colocarse la nariz oblicuamente. Le temblaban las manos. Con mucha atención y cuidado volvió a ponerla en su lugar. Pero ¡que espanto! La nariz no quedó adherida… Se la acercó a la boca, la calentó un poco con el aliento y la apretó de nuevo contra la superficie plana que había entre una y otra mejilla. 
¡La nariz no quedaba pegada!
—¡Quédate fija, pedazo de animal! —le dijo".

"No obstante, y a pesar de todo, al fin y al cabo, puede comprenderse tal vez algo de todo el asunto. Puesto que, considerándolo bien, ¿dónde no topamos con lo inconcebible? Y si reflexionamos sobre todo lo sucedido, parece cierto que, por lo menos, algo existirá de todo eso. Digan lo que quieran, en el mundo suceden cosas semejantes…, aunque muy raras veces, pero no obstante suceden…".





Nikolái Gógol

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