"A veces me gustas tanto que no puedo soportarlo. Me llena internamente, todo el camino hasta el borde, y siento como si pudiera desbordarme".
"Me besa en la mejilla izquierda, y luego la derecha; su aliento es cálido. Y luego nada. Mis ojos se abren. ¿Es esto un literal beso de despedida? ¿Por qué no me besó correctamente? —¿Qué estás haciendo? —le susurro. —Construyendo anticipación. Rápidamente digo—: Simplemente besémonos".
"Lo beso antes de que pueda terminar. Correctamente. Como si lo hubiera extrañado. Me besa de regreso de la misma manera. Como si hubieran pasado cuatrocientos años. Y entonces ya no estoy pensando y me encuentro perdida en sus besos".
"—Eres la persona menos patética que conozco, Gogo —le digo. Deja moquear y rueda alrededor por lo que estamos acostadas cara a cara. Frunciendo el ceño me dice—: No dije que fuera patética. Dije que llorar por un chico lo era. —Oh —digo—. Bueno, todavía no creo que sea patético llorar por alguien. Sólo significa que te preocupas por ellos profundamente y estás triste".
"—Así que, ¿cómo besa? Me sonrojo. Golpeteo mis dedos sobre mis labios antes de decir—: Besa como... como fuera un profecional. Se ríe y se levanta las cucharas de los ojos. —¿Cómo un prostituto?".
"Siento un pinchazo en mi corazón. Cuando lo dice de esa manera, es muy triste. —Podrían volver a ser amigos otra vez, después de algún tiempo. Pero no sería lo mismo, lo sé. Siempre estarían lamentando lo que fue. Siempre sería un poco... menos. —Pero no será como antes".
"—No dejes que te suceda, Lara Jean. No te vuelvas demasiado seria a donde las cosas no puedan retroceder. Enamórate de Peter si quieres, pero ten cuidado con tu corazón. Las cosas se sienten como que van a estar para siempre, pero no. El amor puede desaparecer, o las personas pueden, sin incluso quererlo. Nada está garantizado".
"—¿Peter? —¿Sí? —No quiero que alguna vez rompamos el corazón del otro".
"Margot dice—: La sociedad está demasiado atrapada en avergonzar a una mujer por disfrutar del sexo y aplaudir a un hombre".
"—Ambas me agradan por igual —le digo. —No hay tal cosa —resopla—. Nadie puede querer de la misma forma a dos personas. —¿No amas a tus hijos de la misma forma? —Por supuesto que no. —Pensé que los padres no tenían favoritismos. —Por supuesto que los tienen".
"—Espera, ¿puedes llevarme uno de esos yogures para el almuerzo? —Di por favor. —Por favor. —Di por favor, por favor. —Adiós. —Adioooos".
"Trato de suavizar mi rostro como una hoja blanca de papel. Serenamente digo—: Entonces, dices que no te molesta que papá se case de nuevo. —Es sólo una cita, Lara Jean. Las personas no se casan por una mísera cita".
"Pone los ojos en blanco, exageradamente. —Ugh, nunca debí haberte dicho. —Ya es demasiado tarde. Mira, si dos personas están destinadas a estar juntas, encontrarán la forma de estarlo".
"—Tu cuerpo es tuyo para que lo protejas y lo disfrutes. —Levanta ambas cejas hacia mí, significativamente—. Como sea que decidas participar en ese disfrute, es tu decisión. Elige sabiamente. Cada hombre que llegó a tocarme tuvo un honor, un privilegio —agita su mano hacia mí—, ¿todo esto? Es un privilegio alabar a este templo, ¿entiendes lo que digo? No cualquier idiota puede acercarse al trono".
"Es más… romántico. Una carta es para guardar". "Kitty se ablanda. Pone un brazo a mi alrededor. —No llores. —No estoy llorando. Estoy lagrimeando un poco. Suspirando pesadamente, dice—: Si el amor es así, no gracias. No quiero nada de él. Cuando sea mayor, solo voy a hacer lo mío".
"—No hay manera de protegerte contra un corazón roto, Lara Jean. Es parte de la vida".
"Estoy de un color rojo brillante; sé que es así. —Oh, cállate. Riendo, dice—: Como un halcón sobre su presa. —¡Cállate! —Ahora me río también—. ¿Cómo es que recuerdas eso? —Porque estaba haciendo lo mismo —dice. —¿También mirabas a Peter? —Lo digo a modo de chiste, en broma, porque esto es divertido. Por primera vez en días me estoy divirtiendo. Me mira directamente, ojos azul mar seguros y firmes, y mi aliento se queda atrapado en mi pecho. —No. Estaba mirándote a ti".
"—Me llevó a comprar donas. Muerdo mi labio. —Eso es lindo. ¿Te dijo algo? —¿Acerca de qué? —No lo sé. La vida. Kitty pone los ojos en blanco. —No dijo nada acerca de ti, si es lo que estás preguntando. Eso duele. —No estaba preguntando por eso —miento".
"En su lugar, pregunta. —¿Por qué siempre me llamas por mi nombre completo? —No lo sé. Supongo que así es como te pienso en mi cabeza. —Oh, ¿estás diciendo que piensas mucho en mí? Me río".
"Cuando escribo, me muestro tal como soy. Escribo como si él nunca fuese a leerla. Porque no lo hará nunca. Todos mis pensamientos secretos, todas mis observaciones minuciosas, todo lo que he ido guardando en mi interior, lo vierto todo en la carta".
"No son cartas de amor en el sentido más estricto de la palabra. Mis cartas son para cuando ya no quiero seguir estando enamorada. Son una despedida. Porque después de escribir la carta, ya no me posee un amor que todo lo consume".
"Si el amor es como estar poseído, quizá mis cartas de amor sean como un exorcismo. Mis cartas me liberan".
"De repente, dice: —¿Sabes lo que me dijo mamá una vez? —¿Qué? Por un momento, me olvido completamente de Josh, porque no importa lo que esté haciendo, tanto si Margot y yo estamos en mitad de una discusión como si está a punto de atropellarme un coche, siempre me detendré a escuchar una historia sobre mamá. Cualquier detalle, cualquier recuerdo que Margot conserve, yo también quiero tenerlo".
"Vivimos como vivimos. No tiene sentido preguntarse qué habría pasado. Nadie podría darte las respuestas. Me esfuerzo, de verdad que lo hago, pero me cuesta mucho aceptar este modo de pensar. Siempre me estoy preguntando por los «¿y si...?», por los caminos no seguidos".
"Chris pone lo ojos en blanco y mira al techo antes de soltar a todo volumen: —Tiene que quitarse el palo del culo. Desde su habitación, Margot chilla: —¡Te he oído! —¡Ésa era la idea! —responde Chris a gritos, mientras se come el último ñoqui".
"—No soporto cuando la gente hace eso. Les pides que te guarden un secreto y, en lugar de contestar sí o no, responden: «¿A quién se lo voy a contar?»".
"—Además, la señorita Rothschild no fue mi primer amor. —¿Ah, no? —No. Fuiste tú. Tardo unos segundos en procesar la información. E incluso así, lo único que consigo responder es: —¿Eh?".
"P.S. Todavía te quiero. Todavía te quiero y es un verdadero problema para mí, y también una verdadera sorpresa".
"—No me gustas —interrumpo en voz bien alta—. Así que no tienes por qué sentirte halagado. Ahora le llega a Peter el turno de mostrarse atónito. Echa un vistazo rápido alrededor para ver si alguien lo ha oído. Se inclina hacia delante y susurra: —Entonces ¿por qué me has besado? —Te he besado porque no me gustas —le explico, como si resultase evidente—".
"—¿Te importaría dejar de mirarme así? —¿Así? ¿Cómo? —En plan sentencioso. Mira, iré a la universidad con una beca de lacrosse, así que tampoco importa. Tengo una revelación. Bajo la voz y digo: —Espera... ¿Sabes leer?".
"—No intentes decirme qué es lo que pienso. No me conoces tan bien, Lara Jean —espeta Josh. —Sí que te conozco. Te conozco mejor que nadie. ¿Sabes por qué? Porque eres predecible. Todo lo que haces es más que predecible. El único motivo por el que me estás soltando todo este rollazo es que estás celoso. Y ni siquiera lo estás de mí. No te importa con quién esté. Estás celoso porque Peter ha ocupado tu lugar. Incluso Kitty le prefiere a él. Su rostro se ensombrece. Me mira enfurecido y yo le devuelvo la mirada. —¡Vale! ¡Estoy celoso! ¡¿Contenta?! —chilla Josh. Y entonces inclina la cabeza con brusquedad y me besa. En los labios. Tiene los ojos cerrados. Los míos están completamente abiertos. Y entonces los míos también se cierran y, por un segundo, sólo un segundo, le devuelvo el beso. Me separo de él de un empujón. —¿Eso lo habías predicho, Lara Jean? —dice con voz triunfante".
"—Estuve a punto de besarte ese día. Lo pensé. Fue un impulso extraño. Quería saber cómo sería. Mi corazón se detiene. —¿Y entonces? —Y entonces, no sé. Supongo que me olvidé de ello. Suelto un suspiro. —Siento que recibieses la carta. No debiste verla. No la escribí para que la leyeras. Era sólo para mí. —Quizá fue el destino. Quizá todo tenía que ocurrir así porque... porque estamos hechos el uno para el otro. Digo lo primero que me viene a la mente. —No lo fue —y comprendo que es verdad".
"(...)¿Por qué estás triste? —No lo sé. —¿Cómo es que no lo sabes? —Porque a veces estás triste y no sabes por qué".
"Y estoy segura, de repente estoy tan segura de que todo es como debería ser, de que no debo temer el adiós, porque el adiós no tiene que ser para siempre".
"Hoy está nublado, hay viento del este; creo que tendremos lluvia… ¿Tendremos? ¿Nosotros? ¿De dónde saqué esta palabra…? Ahora lo recuerdo: la usa la nueva criatura".
"En consecuencia, sin consultarme, le ha dado un nuevo nombre: el parque de las cataratas del Niágara. Según creo, esto es bastante autoritario. Y ya hay un cartel que dice: NO PISAR EL CÉSPED
Mi vida no es tan feliz como antes".
"Después de todos estos años, veo que estaba errado acerca de Eva al comienzo; es mejor vivir fuera del jardín con ella que dentro sin ella".
"¡Bendita la castaña que nos unió y me enseñó a conocer la bondad de su corazón y la dulzura de su espíritu!".
"Un instinto me dice que la vigilancia eterna es el precio de la supremacía. (Creo que esta frase está muy bien para alguien tan joven como yo)".
"Creo que es un hombre. Nunca había visto a un hombre, pero se parecía a uno, y estoy segura de que eso es lo que es. Descubro que siento más curiosidad por él que por cualquier otro reptil".
"¡Qué felices puede hacernos algo pequeño cuando sentimos que nos lo hemos ganado!".
"Jueves
Mi primera pena. Ayer, él me evitó y pareció desear que no le hablara. Yo no podía creerlo, y hasta pensé que era un error, pues me encanta estar con él, y me encanta oírlo hablar, de modo que ¿cómo puede ser que haya sido tan descortés conmigo cuando yo no había hecho nada? Pero al final parecía cierto, de modo que me alejé y me senté sola en el lugar donde lo vi por primera vez la mañana en que fuimos hechos, cuando yo no sabía lo que él era y me resultaba indiferente; pero ahora era unlugar triste, y cada pequeña cosa me hablaba de él, y mi corazón estaba contrito".
"No entendía bien por qué, pues era un sentimiento nuevo; no lo había experimentado antes y todo era un misterio que yo no podía descifrar".
"Él habla muy poco. Quizá sea porque no es inteligente, y lo sabe y desea ocultarlo. Es una lástima que se sienta así, pues la inteligencia no significa nada; lo valioso se encuentra en el corazón. Me gustaría poder hacerle entender que un corazón bueno y amoroso es una riqueza, y que con eso basta, y que sin ello el intelecto es pobreza".
"En ese caso, creo que disfrutaría mirándola; mejor dicho, estoy seguro, pues me doy cuenta de que es una criatura notablemente atractiva —ágil, esbelta, estilizada, fresca, bien formada, diestra, graciosa—; y una vez, cuando ella estaba de pie, blanca como el mármol, bañada por el sol en un peñasco, con su joven cabeza inclinada hacia atrás y su mano dando sombra a sus ojos, mientras observaba el vuelo de un pájaro en el cielo, reconocí que era bella".
"Martes, miércoles, jueves y hoy: sigo sin verlo. Es mucho tiempo sola; con todo, es mejor estar sola que no ser bienvenida".
"Es mejor comprobar las cosas mediante experimentos reales; así uno sabe, mientras que si uno depende de adivinar, suponer y conjeturar, nunca alcanza el saber".
"Uno no puede descubrir algunas cosas, pero nunca sabrá que no puede adivinando y suponiendo: no, hay que ser paciente y continuar experimentando hasta que se descubre que no es posible descubrir. Y es encantador lograrlo de esa manera, el mundo se vuelve tan interesante. Si no hubiera nada que descubrir, sería aburrido".
"Cuando miro hacia atrás, el jardín me parece un sueño. Era bello, insuperablemente bello, encantadoramente bello; ahora está perdido, y no volveré a verlo".
"Si me pregunto por qué lo amo, encuentro que no lo sé, y en realidad no me importa; de modo que supongo que este tipo de amor no es un producto del razonamiento ni de las estadísticas, como el amor por los reptiles y los animales".
"Entonces, ¿por qué lo amo? Simplemente porque él es masculino, creo. En el fondo es bueno, y lo quiero por eso, pero podría amarlo si no lo fuera. Aunque me maltratara, lo seguiría amando. Lo sé. Es una cuestión de sexo, creo".
"De modo que pienso que es como dije al principio: que esta clase de amor no es producto de razonamientos ni estadísticas. Sólo llega —nadie sabe de dónde— y no puede explicarse. Tampoco es necesario que lo haga".
"Pero si uno de los dos tiene que partir primero, ruego que sea yo, pues él es fuerte, yo soy débil, y no soy tan necesaria para él como él lo es para mí; la vida sin él no sería vida: ¿cómo podría soportarla?".
"En la tumba de Eva
Adán: «Dondequiera que ella estuviese, allí estaba el Edén»".
"Ya sé, ya sé. La mayoría de los chicos piden regalos más emocionantes que una máquina de escribir. Pero ya he contado que era bastante rarito y por aquel entonces estaba totalmente enganchado a la escritura".
"Cuando Joe y yo íbamos al colegio, hablábamos cada día por teléfono, después de cenar. Comenzábamos a reírnos de cualquier cosa y no parábamos hasta que teníamos que colgar, aunque no recuerdo qué nos hacía tanta gracia. Ahora, ya mayores, nos llamamos unas tres veces por semana. Todavía seguimos riéndonos mucho y sigo sin saber por qué. Supongo que los amigos están para eso".
"Cada semana compraba una hogaza de pan de centeno y un paquete de rodajas de mortadela; y de eso vivía".
"Kaplan me ofreció un sueldo de siete mil dólares al año. ¡Siete mil dólares! ¡Era rico! Se había acabado la dieta a base de pan de centeno y mortadela, ¡ahora incluso podría añadir unas hojas de lechuga!".
"Siempre me acuerdo de cuando monté en La Bestia, en King’s Island, el parque de atracciones de la Paramount, cerca de Cincinnati. La Bestia es una de las montañas rusas más largas y rápidas de Estados Unidos: estábamos amarrados a nuestros asientos, en el primer vagón de la atracción, y Matt disfrutaba como un loco. —¡Levanta los brazos, papá! —chillaba. Yo también chillaba, pero por una razón diferente. «¿Qué hago aquí? —me decía mientras nos acercábamos a la parte más alta de la montaña—. Que alguien pare esto, por favor. ¡Quiero bajarme!»".
"Una de mis cartas preferidas es la de un muchacho que decía así:
Apreciado señor R. L. Stine: He leído cuarenta libros suyos y opino que son aburridísimos".
"Para mí el mundo de verdad no es ni de lejos tan interesante o emocionante como el de fantasía".
"Nada es tan importante para convertirse en un buen escritor como leer muchísimos libros".
"Tu soneto es absolutamente delicioso, y es un portento que esos labios tuyos, rojos como pétalos de rosa, hayan sido hechos tanto para la música o el canto, como para la locura de los besos. Tu alma delgada y áurea camina entre la pasión y la poesía".
"Yo soy bastante desdichado cuando no puedo escribir —no sé por qué—".
"Tú eres lo divino que deseo, y lo encantador y bello; pero no sé cómo hacerlo".
"Me parece que perdonar a nuestros enemigos es el más morboso y curioso placer; quizás debiera reprimirlo".
"Realmente es absurdo, pero no puedo vivir sin ti. ¡Eres tan deseable, tan maravilloso! Pienso en ti durante todo el día, y echo de menos tu encanto, tu adolescente belleza, la brillante espada de tu ingenio, la delicada fantasía de tu talento, tan sorprendente siempre en sus repentinos vuelos, cual golondrina, hacia el norte o el sur, hacia el sol o la luna —y sobre todo, a ti mismo".
"La Muerte y el Amor parecen caminar, uno u otro, de mi mano, mientras cruzo la vida: son lo único que recuerdo, sus alas me dan sombra".
"Querido, querido muchacho, eres para mí más de lo que nadie piensa; eres la atmósfera de belleza a través de la cual veo la vida; eres la encarnación de todas las cosas amables. Cuando no estamos en armonía, los colores huyen para mí de las cosas, pero en realidad nunca estamos sin armonía".
"Alargo hacia fuera mis manos buscándote".
"Ahora, en la angustia y el dolor, en el pesar y la humillación, siento que mi amor por ti y tu amor por mí son las señales de mi vida, los sentimientos divinos que hacen soportable toda la amargura. Nunca nadie en mi vida ha sido más querido que tú, nunca un amor fue más grande, más sagrado, más hermoso…".
"Querido muchacho, entre placeres o en prisión, tú y pensar en ti habéis sido todo para mí. ¡Oh! Mantenme siempre en tu corazón; tú nunca has estado ausente del mío".
"Todo gran amor tiene su tragedia, y ahora le ha tocado el turno al nuestro; pero el haberte conocido y amado con devoción tan profunda, haberte tenido como parte de mi vida, la sola parte que ahora considero hermosa, es para mí suficiente".
"A mi pasión le fallan las palabras, pero tú puedes comprenderme, sólo tú".
"Nuestras almas están hechas una para la otra, y por conocerse a través del amor la mía ha superado muchos males, comprendido la perfección y entrado en la esencia divina de las cosas".
"El dolor, si vuelve, no permanecerá para siempre; ciertamente, un día tú y yo nos encontraremos de nuevo, y aunque mi rostro sea una máscara de pesadumbre y mi cuerpo esté decrépito por la soledad, tú y sólo tú reconocerás el alma que es más hermosa porque encontró a la tuya, el alma del artista que halló su ideal en ti, la del amante de la belleza para quien apareciste como un ser intachable y perfecto".
"Y sé ahora que el amor es más grande que cualquier otra cosa".
"Tú me has enseñado el divino secreto del mundo".
"El placer odia al amor por nuestra causa, pero el dolor nos revela su esencia".
"Mantenerte en mi alma es el único objeto de este dolor al que los hombres llaman vida".
"Si he de escribir, no veo otro modo de vida, aunque sí hay otros muchos, si no lo hago".
"Para ser Egoísta hay que tener Ego. No todo el que dice «Yo, yo», entrará en el Reino del Arte".
"—¿Qué hay de nuevo, nerds? —Jordan, sé amable —dijo Abby, alzando la mirada—. Él es Dan. Dan, él es Jordan, y te juro que no es un idiota. —Nop —dijo Jordan—. Solo un cretino".
"—Bueno, bueno: empecemos de nuevo —Jordan dio un paso hacia atrás, se frotó las manos y acomodó sus lentes—. Soy Jordan, encantado de conocerte. Ahora deja de fulminarme con la mirada; ella no es mi tipo, ¿está bien?".
"—Se ve tan triste —dijo Abby. Triste era una forma de describirla. Vacía era otra".
"Cuando llegaron sus sándwiches, junto con un expresso doble para ella (cortesía de la casa) que el camarero había hecho por accidente (sí, claro) para un pedido equivocado (léase: para Abby)".
"El camarero los interrumpió; esta vez traía una galleta «por error». —¿Podrías no hacer eso? —espetó Dan, echándole una mirada de desprecio—. Estamos tratando de tener una conversación. —Como sea. Está bien. Abby se cubrió la boca para esconder una sonrisa y observó al chico escabulléndose hacia la caja registradora. —Ay, solo está intentando ser amable —dijo ella, jugando con la galleta que estaba sobre un pequeño plato".
"—¿Qué eres, un vampiro? —preguntó ella—. ¿Tengo que invitarte para que puedas cruzar el umbral? —No estaba seguro de ser bienvenido. —No seas ridículo, Jordan. Entren, los dos".
"Básicamente decía que cuando las personas encontraban una conexión significativa entre dos momentos (una coincidencia), el vínculo no se debía a que un hecho condujera al siguiente, sino a que el cerebro de las personas siempre está estableciendo relaciones".
"—Hola —dijo Jordan—. ¿Estás enferma o algo? Te ves terrible. —¿De qué hablas? —respondió Abby, lanzándole una mirada asesina. —Nada, solo decía que te ves radiante".
"—Nunca lo sabrás si no lo intentas".
"La labor será macabra, es cierto. No tengo dudas al respecto. Pero Miguel Ángel tenía sus cadáveres secretos y de la misma forma yo, un artista de otra clase, debo correr riesgos y realizar sacrificios…".
"En un mundo loco, solo los locos están cuerdos".
"—Lo sé, pero de todas formas me preocupa invadir su espacio. Tal vez deberías enviarle otro mensaje. —A veces, Dan, los amigos deben ponerse firmes y decir: «Oye, idiota, estamos contigo siempre. No vamos a desaparecer cuando te pongas cascarrabias o te enfades: estamos en esto hasta el final. Estamos juntos en esto»".
"La cuestión con los recuerdos es que nunca puedes controlar cuándo volverán a aparecer".
"De ayer a hoy. Con el paso de los años las perspectivas se vuelven borrosas, los inviernos se mezclan unos con otros. El de 1965 y el de 1942".
"Pero soy paciente. Puedo esperar horas y horas bajo la lluvia".
"Son seres que dejan pocas huellas tras de sí. Personas casi anónimas. Nunca se alejan de ciertas calles de París, de ciertos paisajes de suburbio donde descubrí, por casualidad, que habían vivido. Lo que se sabe de ellas se resume en una simple dirección. Y esta precisión topográfica contrasta con todo lo que se ignorará para siempre de su vida… ese vacío, ese bloque de desconocimiento y silencio".
"Dicen que los lugares conservan por lo menos cierta huella de las personas que los han habitado. Huella: marca en hueco o en relieve. Para Ernest, Cécile y Dora, yo diría: en hueco".
"Recuerdo que la primera vez que lo vi experimenté el vacío que se siente ante lo que ha sido destruido, arrasado".
"Estos lugares, donde te encerraban sin que supieses si saldrías algún día, llevaban nombres decididamente extraños:
Buen Pastor de Angers, Refugio de Darnetal, Hospicio Santa Magdalena de Limoges, Soledad de Nazaret. Soledad".
"No había cambiado cuando, hace veinticinco años, en el mes de junio de 1971, estuve un día entero paseando por él. En varias ocasiones, un chaparrón me había obligado a cobijarme en un portal. Esa tarde, sin saber por qué, había tenido la impresión de que andaba tras la pista de alguien".
"La noche cae pronto y es preferible: borra el tono gris y la monotonía de estos días de lluvia en los que uno se pregunta si existe verdaderamente el día o si se trata más bien de un estado intermedio, una suerte de eclipse sombrío, que se prolonga hasta primeras horas de la tarde".
"En algunos momentos, el vínculo se adelgaza y está a punto de romperse; pero algunas noches la ciudad de ayer se me aparece con reflejos furtivos detrás de la de hoy".
"La fuga —por lo que parece— constituye una llamada de socorro y a veces una forma de suicidio. Pero al menos se experimenta un breve sentimiento de eternidad. No sólo hemos cortado los lazos con el mundo, sino también con el tiempo. Una mañana, el cielo tiene un azul ligero y nada pesa sobre nosotros".
"Pienso en Dora Bruder. Me digo que su fuga no fue tan sencilla como la mía, veinte años más tarde, en un mundo que se había vuelto inofensivo".
"Al evocar el pasado se nos aparece como la terrorífica casa Usher".
"Friedo Lampe. Al borde de la noche. El nombre y el título me recordaban esas ventanas iluminadas de las que no podemos apartar la mirada. Nos decimos que detrás de ellas alguien a quien hemos olvidado espera nuestro regreso desde hace años, o bien que ya no hay nadie. Salvo una lámpara que se ha quedado encendida en el piso vacío".
"Se hallaba completamente hundida. Yo la animaba cuanto podía […]. Cuando nos condujeron al dormitorio y nos asignaron una cama, pedí con insistencia que no nos separasen. No nos separamos hasta que nos llevaron a Auschwitz, donde el tifus se la llevó pronto".
"No quisiera que mi madre, ni nadie, se preocupara por mí. Haré lo posible por regresar sano y salvo".
"Mi silencio no significará nunca que la cosa va mal".
"Existen casualidades, encuentros y coincidencias que se ignorarán siempre…".
"Nunca sabré cómo pasaba los días, dónde se escondía, en compañía de quién estuvo durante los primeros meses de su primera fuga y durante las semanas de primavera en que se escapó de nuevo. Es su secreto. Un modesto y precioso secreto que los verdugos, las ordenanzas, las autoridades llamadas de ocupación, la prisión preventiva, la Historia, el tiempo —todo lo que nos ensucia y destruye— no pudieron robarle".