"Yo leía de ocho a diez horas al día, todo lo que caía en mis mano, desde las obras de La Mettrie hasta las novelas de Crébillan. Mi cabeza y mi vista se resistieron de ello durante toda mi vida".
"Yo me mantenía a diez pasos de ella y, en cuanto trataba de acercarse a mí para calmarme y consolarme, me alejaba repitiendo que, puesto que lo único que sentía por mí era amistad, no me quedaba otro remdio que morir".
"Si muero por ella —me dije—, todo terminó; y si me salvan, es posible que mademoiselle Pourrat se ertenezca por un hombre que ha querido matarse por ella".
"Con el tiempo, todo se arregla".
"Yo me mantenía a diez pasos de ella y, en cuanto trataba de acercarse a mí para calmarme y consolarme, me alejaba repitiendo que, puesto que lo único que sentía por mí era amistad, no me quedaba otro remdio que morir".
"Si muero por ella —me dije—, todo terminó; y si me salvan, es posible que mademoiselle Pourrat se ertenezca por un hombre que ha querido matarse por ella".
"Con el tiempo, todo se arregla".
Benjamin Constand
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