—Sí, lo tengo —le respondo. Y de pronto me siento orgulloso porque he sido lo suficiente fuerte para salir en defensa de mi corazón".
"Y así, cantamos cuando la nostalgia trata de invadirnos, cantamos cuando el día es alegre; con nuestro canto acompañamos al camarada que se marcha y a quien quizá no volveremos a ver nunca más; cantando recibimos las buenas noticias del frente oriental; cantamos en busca de consuelo y cantamos de alegría, tal y como los hombres han cantado siempre y como seguirán cantando mientras existan.
No hay vida sin canto, como no hay vida sin sol".
"La muerte es más sencilla de lo que habías creído y el heroísmo tiene faz carente de resplandores. Pero el combate es todavía más cruel de lo que habías supuesto. Y para perseverar en él y conducirlo hasta la victoria es necesaria una fuerza inconmensurable.
Diariamente la ves en movimiento, pero no siempre te das cuenta de ella. ¡Si todo parece tan natural, tan evidente!".
"Un cobarde pierde algo más que su vida".
"El obrero es mortal; el trabajo es eterno".
"La gente pasea como antes, ríe, tiene sus preocupaciones igual que antes. El mundo marcha como si tú jamás hubieras existido".
"¡Tiene tan pocos días la vida humana!".
"El mañana se transforma en ayer. El pasado mañana en hoy. Un día más ha pasado".
"Aunque con temor puedes destruí mucho, puedes incluso perderlo todo".
"También mi juego se aproxima a su fin. No puedo describirlo. No lo conozco. Ya no es un juego. Es la vida. Y en la vida no hay espectadores".
Julius Fucik
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