“En vano he luchado”. Las palabras estaban afuera antes de que pudiera detenerlas. “No lo haré más”, continué. “No puedo reprimir mis sentimientos. Debe Usted permitirme que le diga cuán ardientemente la admiro y la amo”.
"Es usted demasiado generosa para burlarse de mí.” Añadí “S i sus sentimientos son aún los
mismos que en el pasado Abril, dígamelo de una vez. Mi cariño y mis deseos no han cambiado,
pero con una sola palabra suya no volveré a insistir más”.
Amanda Grange