"...¡Como vuela la imaginación de las damas! Pasa en un instante de la admiración al amor y del amor al matrimonio...". "—En mi opinión, en todo ser humano hay una inclinación inrresistible, algo así como un defecto de su íntima naturaleza que ni la mejor educación puede corregir". "La admiración de los hombres hace a veces concebir a las mujeres demaciadas ilusiones". "La esencia del amor, ¿no es sino una manisfestación continua de descortesía hacía a los demás?". "Después de un silencio de varios minutos se acerco él a ella, y con visible agitación, comenzó a decir: —He luchado en vano. Es inútil. No puedo ahogar mis sentimientos. Usted me permitirá que le diga en qué forma tan apasionada la admiro y la amo". "Se hallaban a menos de veinte metros de él y su aparición fue tan repentina, que Lizzy no pudo evitar que él la viese. Sus miradas se encontraron al instante y ambos se ruborizaron".
"—A veces pienso que nada hay tan amargo que separarse de los seres queridos —decía—. Se encuentra una tan abandonada sin ellos".
"—La considero a usted demaciado generosa para atravesé a burlarse de mí. Si sus sentimientos sieguen siendo aún los mismos que me manifestó el mes de Abril pasado, dígamelo ahora. Mi afecto y mis deseos no han experimentado cambio alguno desde entonces, pero una sola palabra suya hará callar para siempre".
"—De pequeñas enemitades surgen las grandes aventuras". "Es completamente falaz creer que llegamos a encariñarnos con aquellos a quienes hemos herido". "El remordimiento no compensa nada". "El secreto, como el gusano dentro del capullo, se alimenta de su mejilla encarnada".
"Algunas veces la cara de un desconocido es más familiar que la de un amigo".
"Todo es pasajero, sólo el arte perdura".
"—Todos somos gangsters de ciertamente. Todos tenemos nuestros campinches y nuestros enemigos jurados, nuestros amigos y adversarios. Todos tenemos nuestro pasado que ocultar y nuestro futuro que proteger".
"La misma vida es contradictoria. Sólo la muerte es siempre idéntica a sí misma".
"Los románticos son niños que nunca cresen".
"—Cuando uno tiene amigos es precisamente cuando se puede estar solo. Cuando uno conoce a mucha gente la soledad se transforma en un lujo. Estar solo no hace daño sino cuando uno se ve obligado a la fuerza —le dije".
"Me enamoré de una mujer, y dio de casualidad que le gusté".
"Cuando más abajo del cinturón golpea el hombre, más seguro se puede estar de su debilidad".
"Es la generosidad, no la maldad, la que florece como el árbol del laurel".
"Dios conoce el pasado, el presente y el futuro". "...El verdadero amor cambia con el tiempo y crece y descubre nuevas maneras de expresarse". "—Las personas luchas por vivir y no para suicidarse". "Las personas nunca aprenden nada de lo que les cuentan, necesitan descubrirlo por ellas mismas". "—Todos nosotros, de una manera u otra, estamos locos". "Si no quieres verte en apuros divide siempre la responsabilidad". "La juventud es así, establece los propios limites sin preguntar si el cuerpo es capaz de soportarlos. Y el cuerpo siempre lo es". "Los locos, como los niños, sólo desisten de su actitud cuando ven sus deseos sastifechos"- "...El ser humano es así, sustituye gran parte de sus emociones por el miedo". "—Podemos cometer muchos errores en nuestras vidas —contestó el abogado—, menos uno: Aquel que nos destruye".
"Quien tiene razón es el más fuerte. En este caso, paradojicamente, los cobardes son más valientes y consiguen imponer sus ideas".
"Si vives, Dios vivirá contigo. Si rehúsas corres sus riesgos. Él retornará al distante cielo y se convertirá tan sólo en un tema de especulación filosófica".
" ... Dios estaría en cada instante, en cada grano de mostaza, en el pedazo de nube que se forma y se deshace en el instante siguiente. Dios estaba allí, y aun así las personas pensaban que era necesario continuar buscando porque parecía demaciado simple aceptar que la vida era un acto de fe".
"—El arte de la diplomacia consiste en hacer esperar al oponente —dijo el embajador—. Un primer amor puede no pasar nunca, pero siempre acaba". "La gran locura del hombre y de la mujer es exactamente ésta: el amor".
"...En todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío". "Existió una persona que podría entenderme. Pero fue, precisamente, la persona que maté". "Le apreté el brazo. —Prométeme que no se irá nunca más. La necesito, la necesito mucho —le dije". "Nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueres y otros están naciendo para volver a empenzar la comedia inútil". "Me dio vergüenza decirle que deseaba verla al otro día o que deseaba seguir viéndola allí mismo y que ella no debería separarse ya nunca de mí". "—Necesito verla, María -repetí con violencia—. No he hecho otra cosa que pensar en usted desde el mediodía". "—Le digo que he pensado en todo. —No ha dado detalles. —Es que todo es tan extraño, ha sido tan extraño... estoy tan perturbada... Claro que pensé en usted... Mi corazón golpeó". "Vivir consiste en construir futuros recuerdos". "Le escribí una segunda carta que simplemente decía: "¡Te quiero, María, te quiero, te quiero!". A los dos días recibí, por fin, una respuesta que decía estas únicas palabras: "Tengo miedo de hacerte mucho mal". Le contesté en el mismo instante: "No me importa lo que puedas hacerme. Si no pudiera amarte, me moriría. Cada segundo que paso sin verte es una interminable tortura". "La felicidad está rodeada de dolor". "A está mujer la veo por primera y última vez. No la volveré a ver en mi vida". "Las cartas de importancia hay que retenerlas por lo menos un día hasta que se vean claramente todas las posibles concencuencias".
"A veces llego demaciado pronto, me adelanto. Y hay gente que se aferra a la vida más de lo esperado". "Un ojo abierto. El otro soñando".
"¿Hay algo peor que un chico que te odie? Un chico que te quiera".
"—Cien metros —la retó—. me juego lo que quieras a que no me ganas. Liesel no iba a ser menos. —Me juego lo que quieras a que sí. —¿Qué te juegas, pequeña Saumensh? ¿Tienes dinero? —Claro que no, ¿y tú? —No. —pero Rudy tenía una idea. Fue el galán el que habló por él—. Si gano, te doy un beso... —¿y por qué quieres besarme? Voy sucia. —Yo también".
"De vuelta a Himmelstrasse Rudy le advirtió: —Algún día te morirás por besarme —le dijo". "—¿Tienes hambre? —preguntó Rudy. —Estoy hambrienta —contesto Liesel. De un libro".
"Liesel no pudo responder enseguida. Tal vez fue la súbita sacudida amorosa que sintió por él. ¿O había sido así siempre? Era probable, privada del habla, deseó que la besara, que la agarrara de la mano y la atrajera hacia él. No importaba dónde. En la boca, en el cuello, en la mejilla. Tenía toda la piel libre para él, a la espera".
"He odiado las palabras y las he amado, y espero haber estado a su altura".